La Feria de Torremolinos se vive en cada esquina

La plaza de la Nogalera es el punto central de la feria, donde más público se reúne y donde se concentran la mayoría de las casetas. Además desde las dos de la tarde comienzan las actuaciones. El grupo Deskalzos levanta los ánimos y empieza a crear el ambiente de fiesta que se va a vivir en la localidad durante los próximos días. Por fin se ha podido celebrar sin problemas el día de San Miguel, hoy se ha podido sacar el santo en procesión sin restricción alguna.

El centro de Torremolinos se prepara para la ocasión. Los farolillos decoran las calles y los bares, «el centro está precioso, se nota que estamos en feria» exclamaba un grupo de señoras. El entretenimiento se reparte por distintos puntos y no se producen aglomeraciones. Si bien la plaza de la Nogalera es la más multitudinaria y que más público reúne conforme pasan las horas, a media tarde todavía es un sitio «transitable»

«Somos de Torremolinos de toda la vida y no sabes las ganas que teníamos de volver a celebrar esta fiesta, pensamos venir todos los días, no nos vamos a perder nada», Beatriz Rodríguez y Juan Hurtado están felices de poder volver a vivirla. Además en comparación con el resto de ferias de la provincia que se celebran durante el verano, al ser a finales de septiembre la temperatura ayuda a que el día sea más llevadero y menos bochornoso.

La Plaza de la Costa del Sol es un punto más cultural y tranquilo, en este escenario al espectáculo se asiste sentado. La actuación de baile flamenco corre a cargo de Manuel Roldán primero y después de Rocío Alba. Es la zona más pausada de toda la feria de día, pero es simplemente otra forma de vivirla.

Algo ocurre en cada esquina de la localidad, de repente el bar más inesperado está hasta arriba de gente y con una fiesta casi más animada que las de las plazas. Uno no puede dejar de mencionar a la panda de verdiales de Torremolinos que baila incansablemente por cada uno de los rincones de la localidad y nunca sabes donde se les va a encontrar. Una mención especial también para la caseta de la Hermandad de San Miguel, cuya cocina prácticamente alimenta a todo Torremolinos, esto es una exageración pero las cola de espera para probar la paella o el plato de callos que sirven no se queda ni mucho menos corta. «Brutal» es el calificativo que le pone uno de los clientes de la barra. La alegría copa las calles de Torremolinos en sus días más especiales del año y se decora con la publicidad de Cartojal que tanto representa en esta provincia, sin duda cuando se ven las banderillas rosadas con lunares significa alegría.