Bancos con vegetación para crear un refugio climático en Torremolinos

La empresa Cinnia Tech ha ganado el concurso abierto por Torremolinos para el suministro e instalación de mobiliario urbano para un nuevo refugio climático en la ciudad costasoleña.

El proyecto, financiado por la Unión Europea, con fondos 'Next Generation-EU' en el marco del Plan de Recuperación, ha sido adjudicado por 72.179,87 euros, lo que representa una baja de unos cuatro puntos, incluidos todos los gastos, con respecto al presupuesto inicial. La firma ha sido la única que ha concurrido a esta licitación, tal y como ha hecho pública la Administración local torremolinense, a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público. Allí se ha informado de todo el procedimiento, abierto el pasado 26 de noviembre de 2024. La intervención es la segunda de este tipo que se pone en marcha, después de la ejecutada en la plaza Adolfo Suárez, que realizó una firma jiennense por 188.555 euros.

En la intervención que todavía hay que desarrollar, los elementos que crearán esta isla urbana, con la que se quiere mitigar el calor, son tres bancos con vegetación, a lo que hay que añadir la sombra artificial, en una zona de gran afluencia turística y comercial, en la plaza de las Alpujarras, justo en la esquina con la calle de la Cruz. De este modo, se quiere cambiar la fisonomía de un solar municipal de aproximadamente doscientos metros cuadrados.

El nuevo refugio consta de dos partes. Una son los asientos con vegetación, que contarán con su propio depósito de agua y que tienen que incorporar una pérgola que permita el desarrollo de plantas enredaderas, con lo que se quiere generar un área de sombra no inferior a ocho metros. También estarán provistos de sensores para la regulación del riego, con capacidad de almacenamiento y transmisión de datos a un receptor municipal, con el objetivo de monitorizar datos como la temperatura ambiente. En cuanto a la seta climática, dispondrá de un asiento circular incorporado y tendrá que ser movible.

Los trabajos previstos para este punto del casco urbano son de menor calado que los desarrollados en la plaza de Adolfo Suárez, puesto que allí se colocaron ocho pérgolas bioclimáticas mecanizadas de última generación. Son unas estructuras cuya parte superior está formada a base de lamas de aluminio que pueden abrirse o cerrarse para elegir en cada momento la cantidad de luz que penetra por ellas, así como regular la ventilación y ofrecer protección solar.

Además, este tipo de instalaciones, como han explicado desde el Ayuntamiento, tienen la ventaja de que requieren un mantenimiento mínimo y su limpieza es fácil, algo que garantiza la durabilidad para un largo período de tiempo. Se sumaron a estas pérgolas dos áreas de sombra para los parques infantiles, a través de lonas tensadas, que cubren toda la superficie de juego y de descanso de acompañantes y que reducen la temperatura en unos 20 ó 30 grados. Una estación meteorológica portátil con señal wifi en las estructuras de pérgolas registra diariamente la temperatura en ese lugar.

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