«Es solo dinero, pero saber que hemos ayudado a salvar vidas pone los pelos de punta»

No hay unas normas cerradas, pero sí una serie de cuestiones que pueden inclinar la balanza a un lado u a otro. «Normalmente tratamos de colaborar con asociaciones, es una garantía de que el dinero será bien invertido. Eso sí, no hacemos aportaciones para los gastos corrientes de esa asociación, sino para un proyecto concreto y si el presupuesto es muy elevado, en vez de patrocinar el total, patrocinamos una parte o una fase», detalla. Lo habitual es que la salud, la mujer o la infancia tengan prioridad ante otras causas.

Partiendo de esos mimbres, la fundación, vinculada al grupo empresarial Idiliq, puede decir a boca llena que ha mejorado la vida de muchas personas, muchas de ellas vecinos, residentes de los lugares donde la empresa está implantada, en concreto en la Costa del Sol y en Tenerife.

De todos los proyectos que ha financiado a lo largo de este cuarto de siglo desde su creación hay uno que destaca por encima de todos, porque representó la aportación más elevada que ha realizado en toda su trayectoria y por el beneficio social que ha supuesto. Se trata del centro de atención Francis Cruz Días, creado por la Asociación para personas con Discapacidad Intelectual de Mijas (Adimi), inaugurado en 2017 y que tuvo un coste de 2,6 millones de euros, de los que la Fundación financió 1,6 millones en diferentes anualidades.

Un centro que funciona casi como un hospital, ya que dispone de instalaciones médicas, tres comedores, jardines y salas para terapias psicológicas y fisioterapias, entre otras zonas. «Adimi es nuestro buque insignia y ese centro nuestra gran acción, pero hay otra ayuda de la que estamos especialmente orgullosos», añade José Miguel Marcos.

No es para menos. Precisamente de la mano de quien fuera presidente de Adimi, Julio Díaz, llegó al patronato, hace ya algunos años, una petición que de inmediato obtuvo respuesta afirmativa. Se trataba de financiar con 40.000 euros un equipo de hipotermia neonatal, o lo que es lo mismo, un aparataje para tratar a recién nacidos que han sufrido falta de oxígeno en el cerebro durante el parto y sufren riesgo de fallecimiento o de daños cerebrales.

Dicha máquina, que fue comprada y donada al Hospital Costa del Sol, provoca la reducción de la temperatura corporal del recién nacido en tres o cuatro grados durante un mínimo de seis horas y un máximo de 72 y está comprobada su eficacia para reducir la mortalidad o la discapacidad de esos niños. En estos años que lleva en el Costa del Sol y que incluso se ha trasladado a otros centros hospitalarios en función de la necesidad, 175 bebés han tenido que pasar por ella, con un resultado final positivo en un porcentaje muy elevado de casos.

«Al final lo único que hemos hecho es dar dinero, pero saber que hemos podido ayudar a salvar vidas, es algo que pone los pelos de punta y estamos especialmente orgullosos de esto», reconoce el presidente de la Fundación.

La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) o los Ángeles Malagueños de la Noche, son también habituales en las ayudas que concede la fundación, sobre todo en causas como la lucha contra el cáncer de mama o la de una cena digna para cualquier persona en Nochebuena. «Al final lo que intentamos es devolver a la sociedad lo que nos da y la sociedad que más nos da es la más cercana», por eso muchas veces son los propios trabajadores de la empresa o los ayuntamientos de la zona los que trasladan al patronato la necesidad de una asociación u otra.

La Fundación Idiliq, que se financia principalmente con los donativos que realizan los socios que tienen derechos de multipropiedad en las instalaciones del Grupo Idiliq, así como con las diferentes actividades que van ideando y organizando, cuenta en estos momentos con 140 voluntarios, todos ellos trabajadores del grupo empresarial, que entre la provincia de Málaga y Tenerife suma 900 empleados.

El patronato que rige la fundación está compuesto por directivos de la empresa y el voluntariado por cualquier trabajador que quiera colaborar en una acción u otra. Hernán Lara es empleado y coordinador de todo ese grupo de voluntarios.

«Es otra manera de conocer a los propios compañeros», explica Lara, quien asegura que se metió de lleno en esta actividad porque «a lo largo de mi vida he pasado diferentes necesidades y me hubiera gustado que me hubieran ayudado». Entre las últimas acciones que han emprendido, destaca la colocación de baños para personas ostomizadas en diferentes municipios de la provincia. «Gracia a un compañero que nos lo trasladó, pudimos conocer las necesidades que tenían estas personas, hablamos con los ayuntamientos correspondientes y ya están funcionando».

Hay que recordar que el grupo empresarial Idiliq, que cumple ahora 40 años, tiene raíces británicas, aunque todas sus sociedades son españolas. Nació con la compra de unos apartamentos en Las Farolas de Mijas y fue de los primeros en comercializar la multipropiedad. Hoy en día ya no trabaja esa rama incorporando a nuevos socios, aunque sí mantiene los que compraron sus derechos a lo largo de estos años de trayectoria, Su actividad está centrada en la promoción inmobiliaria y hotelería turística tradicional, con 600 apartamentos en explotación en Mijas, 400 en Tenerife y cien en Marbella.