Juan López, el director de Socorrismo Málaga, en el centro de la imagen y junto a él los coordinadores de cada municipio. L. Cádiz

«Ser socorrista es un oficio con una responsabilidad tremenda: si se pierde una vida, no puede reponerse»

Socorrismo Málaga es la encargada este año de garantizar que los bañistas de buena parte de la Costa del Sol Occidental disfruten de la playa sin contratiempos. Su objetivo, terminar el verano con «cero víctimas»

Lorena Cádiz

Benalmádena

Sábado, 6 de julio 2024, 00:37

Sobre la torre, en primera línea de playa, en moto de agua, junto a los drones... Los socorristas son la imagen del verano. En la mayoría de municipios con la Semana Santa comienzan los servicios mínimos de vigilancia y salvamento, que se prolongarán hasta octubre, ... pero los meses de julio y agosto son clave porque todos los ojos son pocos para controlar un litoral completamente abarrotado de gente. Por dar un dato, solo en las playas del término municipal de Fuengirola llegó a haber el año pasado, en un mismo día, 60.000 personas.

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Y cada una de ellas es «una pequeña bomba». Niños y mayores que se despistan y se pierden entre la multitud, gente muy joven queriendo coger velocidad con la moto de agua o extranjeros que quieren disfrutar de unos días de fiesta y alcohol. En general, «gente que viene a divertirse y no ve problema en nada». Esas suelen ser las circunstancias más frecuentes, la mayoría con final feliz, aunque tras más de dos décadas de trayectoria Juan López, director de la empresa Socorrismo Málaga ha visto de todo: «desde momentos muy difíciles, cuando ves que se te escapa una vida y no puedes salvarla, a grandes satisfacciones, salvar a una persona es algo muy grande», explica.

Este año su empresa, creada en 2012 y con 440 personas en plantilla en temporada alta, es la responsable del servicio de socorrismo de una buena parte de la Costa del Sol Occidental. En concreto de las playas de Benalmádena, Fuengirola, Mijas y Marbella. También de las áreas de accesibilidad en las playas de Málaga capital. «Una responsabilidad muy grande», resume López, quien hace mucho hincapié en la importancia que tiene contar con un equipo bien formado.

La profesión de socorrista es, en la mayoría de los casos, una profesión temporal, vinculada a unos meses del año y por tanto son casi todos gente muy joven. De ahí que la formación que reciban antes de comenzar a trabajar sea clave. «A un camarero se le cae una bandeja y la repone, una vida no puede reponerse», apunta el director de Socorrismo Málaga, quien critica abiertamente que haya cursos de formación en este sector que «duran menos que la formación que da Mc Donalds a sus camareros» y defiende la escuela con la que cuenta su propia empresa.

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Con esos mimbres se han marcado el objetivo de conseguir este año «cero víctimas» en las playas de su cobertura. Un objetivo complicado, pero con precedentes, ya que el año pasado consiguieron sacar adelante, a lo largo de todo el verano, a siete personas que entraron en paro cardíaco.

Reparto de tareas y de vehículos entre los responsables de Socorrismo Málaga, en la plata de Malapesquera, en Benalmádena. L. Cádiz

Gonzalo Botta es el coordinador general de la empresa y señala directamente a las motos de agua y sus conductores como uno de los grandes quebraderos de cabeza del verano. Un problema en el que trabajan de forma coordinada con las fuerzas y cuerpos de seguridad. «A lo largo de estos años nos hemos ganado el respeto de la Guardia Civil y siempre estamos en contacto con ellos», explica.

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Por municipios

Por municipios, aunque las circunstancias son muy parecidas, cada uno tiene sus particularidades. Juanjo Chicano, el coordinador de Socorrismo Málaga en Marbella, explica que allí la dificultad está en la extensión del litoral: 30 kilómetros de costa y cuatro puertos. En Mijas, su coordinador Javier Martín, apunta a una orografía rocosa, que en ocasiones se convierte en causa principal de algunos accidentes, aunque a cambio también señala que son playas donde el público familiar es el más frecuente, lo que de alguna manera las hace más tranquilas.

Federico Daniele y José Antonio Sánchez son los coordinadores en Benalmádena, cuyo litoral está compuesto por numerosas calas, por ello cuentan con un vehículo boogie, que les ayuda a moverse con más ligereza por tierra. Ambos señalan la cantidad de gente joven que visita las playas de esta localidad, con buena parte del litoral con hoteles en primera línea. Pero también presumen del trabajo que realizan en materia de accesibilidad, con cuatro puntos accesibles para personas con discapacidad.

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Y por último, Francisco Molina, que es el coordinador en Fuengirola, el único municipio que cuenta con cuatro drones para vigilar el cien por cien de su litoral. Un sistema que funciona coordinado al milímetro con los socorristas y que consigue reducir notablemente los tiempos de respuesta en caso de una emergencia.

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