TEATRO SALÓN VARIETÉS

El Salón Varietés, un peculiar e histórico teatro de habla inglesa en el corazón de Fuengirola

El edificio tiene alrededor de cien años de recorrido también como cine, pero tras caer en el olvido, fue un grupo de ingleses el que volvió a darle vida

Miércoles, 2 de noviembre 2022, 00:08

Este es el perfecto ejemplo de que no podemos juzgar un libro por su cubierta. Si paseáramos por el centro de Fuengirola, seguramente nadie repararía ... en edificio de dos plantas con una marcada seña andaluza. En su entrada, una pequeña cafetería en la que ya podemos atisbar que el público es mayormente extranjero. Sin embargo, basta con pasar dos puertas más hacia adentro para descubrir una sorprendente obra de arte. Un teatro en perfecto estado de conservación, con casi 300 localidades, sillones clásicos, paredes empapeladas y un amplio escenario cargado de luces; incluso, un 'palco VIP' en la planta superior. Pero, ¿de dónde viene este teatro y por qué es prácticamente desconocido?

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El curioso Teatro Salón Varietés de Fuengirola comenzó a funcionar como tal en 1925 aunque los ahora regentes explican que el edificio se construyó alrededor de 1916 (la familia Delgado Alonso era la dueña), funcionó como teatro hasta 1956 y entonces pasó a ser un cine que proyectaba películas en español, y una vez a la semana, en inglés, para satisfacer al público anglosajón que ya empezaba a llegar a la Costa. Sin embargo, aquel negocio, que logró sobrevivir a la época franquista y tuvo una nueva etapa álgida con la llegada del 'Destape', acabó cayendo en el olvido y en la dejadez hasta que, en 1985, el icónico Salón Varietés volvió a abrir sus puertas gracias a un grupo de extranjeros, que decidieron recuperar el alma de este Teatro y apostaron por alquilar el edificio a su vigente dueño, Manuel Balbuena.

Los primeros miembros de este grupo en interesarte por el Salón fueron Mike Lewin and Annie Spiers, aunque a día de hoy son ya más de una decena, principalmente de británicos, los que sacan adelante un negocio del que no se lucran. Así lo explica una de ellas, Sarah-Jane Griffiths Gale: «Ganamos el dinero con las obras que hacemos y volvemos a poner el dinero en la asociación, por lo que nadie se lucra, de hecho, tenemos tres trabajadores a los que pagar y un alquiler. Somos totalmente autosuficientes».

El teatro por fuera y por dentro. TEATRO VARIETÉS

Y es que, cuando decidieron reabrir y reacondicionar el local, lo hicieron por amor al arte. Muchos de los componentes de esta asociación anglosajona han trabajado antes en el mundo del espectáculo: desde la representación de obras hasta pequeños 'shows' de 'stand up comedy' o conciertos en bares. «Somos gente que ama el teatro y que invertimos parte de nuestro tiempo y esfuerzos en hacer que esto funcione y la gente pueda disfrutar de él; también nos movemos mucho por voluntarios», relata la actual presidenta de la Asociación, Lyn Halliday. Tanto ella como su marido, que tras jubilarse se trasladaron a la Costa del Sol, trabajaron en televisión en Reino Unido; él como humorista y ella normalmente como azafata, aunque hizo más teatro.

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Esta pasión en común por el teatro hizo florecer al Salón Varietés, al que mantuvieron el nombre, aunque esta vez, la peculiaridad es que la totalidad de su cartelera está en inglés, porque, aunque siempre están abiertos a cualquier persona, su público objetivo son los británicos y gente de habla inglesa. Son, de hecho, el único teatro en inglés de la Costa del Sol y uno de los únicos del Sur del país. Y no les va nada mal; la actividad nunca para entre bambalinas: teatros, musicales, monólogos o 'shows' de comedia, música en directo, tributos a grandes artistas... Algunos espectáculos contratados y otros realizados por ellos mismos o sus conocidos. Todos ponen de su parte, se reparten las tareas (marketing, finanzas, dirección, producción...) para que este 'pequeño' sueño en común siga muchos años más adelante.

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