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En torno a un millar de embarcaciones tienen su amarre en el puerto deportivo de Benalmádena. Todas ellas entran y salen por el mismo punto, lo que en temporada alta, con prácticamente todas las embarcaciones en uso y las escuelas náuticas funcionando a pleno rendimiento, ... se convierte en un problema, además de un punto negro de seguridad.
La remodelación de la dársena donde se ubican las escuelas náuticas pretende acabar con esa situación conflictiva, además de modernizar todo ese espacio. Para empezar se construirá un dique que separará la dársena de las escuelas de la bocana del puerto, eso permitirá «separar a los niños que están haciendo uso de las embarcaciones del resto del tráfico del puerto» y por tanto «limitar la posibilidad de accidentes», explica el concejal del Puerto, José Luis Bergillos.
Además de esto, en esa remodelación se construirán tres nuevos edificios, todos ellos de un tamaño reducido. Por un lado habrá un nuevo edificio comercial, que dispondrá de unos 100 metros cuadrados de espacio y en el que se ubicará el restaurante que existe en estos momentos y los otros dos serán «dos nuevos tinglados o pequeños almacenes para guardar las embarcaciones del centro náutico», continúa explicando Bergillos.
Estas obras forman parte del paquete de medidas que el Ayuntamiento ha pactado con la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) para adaptar el puerto deportivo de Benalmádena a las necesidades actuales y para cumplir con la normativa que marca la Junta de Andalucía para conceder al Ayuntamiento una prórroga de 25 años en la concesión. En total ese paquete de medidas contempla una inversión de 4,5 millones de euros.
Acaba de hacerse público el concurso para la redacción del proyecto de la dársena. Es por tanto la primera obra de todas las previstas en el puerto que inicia la fase burocrática, pero eso no significa que vaya a ser la primera en ejecutarse, ya que aunque esta obra en cuestión no es complicada, y se estima que puede ejecutarse en un plazo máximo de seis meses, el papeleo sí lo es. La obra afecta a la lámina de agua y por tanto requiere de la intervención de la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.
Junto a esta, otras de las actuaciones previstas en la marina benalmadense en el marco de la renovación de la concesión son la renovación integral de las maderas de los pantalanes de la flota menor, situada junto al Varadero, la renovación de instalaciones (agua, electricidad y fibra óptica), así como la reurbanización de la dársena interior, incluyendo el Paseo de las Estrellas, la primera fase del Instituto de Formación Profesional del Mar o la instalación de equipos de generación de energía fotovoltaica y la ubicación de varios puntos de recarga para vehículos eléctricos.
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