Municipios de la Costa se interesan por la 'solución Estepona' para la desaladora

La instalación 'exprés' de desalobradoras autosuficientes en cuanto a energía, gracias a placas fotovoltaicas, está liderada por el alcalde esteponero, José María García Urbano, que lanzó la propuesta la semana pasada durante el foro organizado por SUR 'Rumbo, las ciudades sostenibles'.

Se trata de plantas de pequeño tamaño, con todas las instalaciones contenidas en varios contenedores (como los de las mercancías de los barcos), que impulsan empresas españolas como SETA PHT. Además, estas plantas son modulables, por lo que se pueden poner en marcha por fases y ampliarse, como un 'llave en mano' de las desaladoras. Además, están totalmente automatizadas y monitorizadas para seguir el proceso de tratamiento del agua y controlar todos los parámetros de calidad.

Eso sí, el problema principal es que su puesta en marcha necesita de largos trámites para obtener los permisos ambientales para la toma de agua de mar y, sobre todo, para la evacuación de las salmueras. Si bien este último aspecto se puede resolver mediante la reutilización de las materias primas obtenidas tras la desecación, que tienen numerosos usos en la industria química y energética, entre otras.

«Es una estrategia que tenemos que hacer coordinadamente todos los ayuntamientos con la Consejería, Axaragua y Acosol», comienza el presidente de la Diputación Provincial y alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, que ya ha contactado con García Urbano para interesarse técnicamente por este sistema. «Según me ha expuesto, es barato, rápido y modulable, por lo que se puede ir ampliando según las necesidades del núcleo donde se ponga, que puede ser un municipio o varios».

«Si técnicamente es viable y rápido, tenemos que analizarlo y tenerlo en cuenta a la hora de dar la solución más inmediata a la Costa del Sol, porque lo que no tenemos es tiempo, y el dinero se puede buscar», sentencia. «Lo más interesante es que se acortan muchísimo los plazos de construcción, siempre que las administraciones agilicen los trámites ambientales».

«Debemos poner esos análisis sobre la mesa y coordinar cuántas serían necesarias para la Costa del Sol e implementar los sitios ideales, coordinadas con la Consejería (de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural) que tiene fondos para eso, y empezar cuanto antes a pedir las autorizaciones administrativas y la construcción», añade. En este punto, ofrece la Diputación para que la tramitación sea lo más rápida posible y para apoyar económicamente.

«Si esta es la solución técnicamente más factible y rápida, adelante, porque no podemos perder el tiempo; vamos a tener dificultades de falta de agua durante años, y hay que estar preparados para episodios de este tipo». Sobre la financiación, recuerda el anuncio del Gobierno central de apoyar con 100 millones la construcción de la desaladora de la Axarquía; más lo que aporte la Junta, la Diputación y los ayuntamientos. «Pero tenemos que coordinarnos, no es poner cada municipio una desaladora en su territorio, porque el exceso de agua también hay que meterlo en la red de alta». De hecho, recuerda que la planta que ya se ha proyectado en Estepona tendría un excedente tras cubrir todas las necesidades municipales, que habría que inyectar a la red general. «Por eso tiene que haber coordinación y diálogo».

En cambio, en municipios como el suyo (Rincón de la Victoria) no sería factible esta fórmula, porque tiene el litoral colmatado y no quedan parcelas libres; de ahí que habrá plantas que tendrán que servir para varias poblaciones.

La alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, anuncia que la semana que viene habrá una reunión de los alcaldes que forman parte del consejo de administración de Acosol para hablar de este y de otros proyectos que ya se están estudiando. «Reivindico la coordinación con la Junta de Andalucía, con la Diputación y la Mancomunidad para ver qué hacemos, porque evidentemente el escenario no es fácil de resolver», comenta. En cualquier caso, advierte de que esta sería una solución «a medio y largo plazo: Es verdad que se está hablando de desaladoras, pero no es una solución al problema que tenemos ahora mismo. Es algo que no hay que olvidar ni apartar, pero es a medio plazo».

«En el área metropolitana necesitamos plantearnos qué hacemos, si es este tipo de instalación lo que necesitamos, con independencia de la mejora de la conectividad de las redes, que es algo que afortunadamente la Junta ya está ejecutando; pero con independencia de eso, Rincón, Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Mijas y Fuengirola necesitamos tener una infraestructura de gran capacidad en esta zona».

«Ahora mismo no sé si la solución para el área metropolitana son varias desaladoras de menos tamaño o una de gran capacidad, pero por lo menos debemos plantearlo con otras administraciones, porque es donde se concentra el gran núcleo de población de Málaga». La alcaldesa apunta a la mesa de alcaldes (que impulsa el regidor de la capital, Francisco de la Torre) para analizar estas cuestiones, en un encuentro sectorial específico, «y por supuesto esta será una de las propuestas que hay que estudiar».

Como soluciones a corto plazo, Margarita del Cid se refiere a las restricciones (Torremolinos ha tenido que rebajar el consumo en un 20%) y medidas para incrementar el abastecimiento, con sus propias captaciones (pozos) pero también con una posible compra de agua a Acosol.

Como se ve, las soluciones técnicas existen, por lo que los plazos los va a marcar la tramitación, sobre todo, la ambiental. De entrada, al tratarse de agua para abastecimiento humano, la captación en el mar tiene que solicitarla un ayuntamiento, una mancomunidad, la diputación, la Junta o el Estado, según explica Salvador Merino, subdirector de investigación del Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética de la UMA y especialista en este tipo de instalaciones, que ha asesorado el proyecto de Estepona.

Posteriormente, hay que someterlo a evaluación administrativa, que en función de las características de la planta y de la ubicación, la hace el Gobierno central o la Junta. A ello, se suma la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que al tratarse de zonas especialmente sensibles, como son las costas, corresponde al Estado, y puede llevar años (tres, en el caso de la nueva playa prevista junto a los Baños del Carmen). En cambio, en este caso, al ser una captación de agua submarina, el impacto sería menor que una escollera.

En este punto, un elemento tradicionalmente polémico es la tubería de escape para las salmueras. Aunque en proyectos modernos como los que se plantean ahora la idea es que esta pueda ser reutilizada para la extracción de sal, minerales y componentes químicos.