Muere el guitarrista casareño Javier Pineda 'Potajito'
Músico autodidacta y juez de paz, fue uno de los grandes flamencos del municipio y defensor del tradicional fandango casareño
David Lerma
Casares
Lunes, 1 de abril 2024, 18:28
Hoy Casares ha despertado con la noticia de la muerte de uno de sus hijos predilectos, el guitarrista Javier Pineda Lazo (1963), uno de los ... pilares que sostenían la afición por el flamenco en el municipio y gran defensor del fandango casareño. «Consternación», así ha definido el ánimo del pueblo el Ayuntamiento por la desaparición de su vecino, gran valedor de las tradiciones culturales del municipio, que juez de paz y «una persona muy querida, vital y alegre», como lo ha descrito hoy a este periódico Francisco Balbuena, director del Festival Flamenco Rosa Fina.
Nacido en una familia muy aficionada al flamenco, Potajito de Casares -como lo bautizó artísticamente en 1979 el cantaor Beni de Cádiz-, fue un niño que tentó sus primeras melodías con una armónica hasta que a los doce años descubre la guitarra, con la que pronto despunta en una época en que en el pueblo todavía se montaban fandangos por sus calles. Fueron, de hecho, las antiguas fandangueras quienes inspiraron a esta guitarrista de instinto, en especial, la Señá María la Casteza y la Señá Juan La Tronchá. Ellas lo enseñaron a colocar los dedos en los trastes, mientras que Gabriel Pérez, el cura del pueblo, lo adiestraba someramente en el solfeo y la teoría musical.
Su verdadera escuela fue de oídas, mientras acompañaba a su padre a festivales y al Mesón de Manilva, el mítico tablao de Manolo Gil en Sabinillas; escuchando a El Niño de la Rosa Fina en un radiocasete; o tocando con los aficionados locales. «Si a Javier la vida le hubiera dado otra escuela, su guitarra sonaría parecida a la de otros guitarristas de su generación, pulida y limpia. Pero el toque del Potaje está más hecho de barrancos y honduras que de tablaos y escenarios», asegura Rodríguez, quien siempre ha destacado que, pese a los achaques, no faltaba a las peñas de la comarca: Jimena de la Frontera, Gaucín, Estepona o Manilva.
Esta última quiso ayer recordar a Javier Pineda: «Se cierra la Semana Santa con la triste y trágica noticia del fallecimiento de nuestro maestro y guitarristas Javier Pineda, 'Potajito'. Sin duda una gran pérdida para la familia flamenca. Desde este colectivo queremos manifestar nuestro más sentido pésame a familiares y amigos y acompañarles en su inmenso dolor. Desde la Peña Flamenca de Manilva nunca te olvidaremos, Javier».
Con Javier Pineda se va una forma de tocar. «No le interesa el virtuosismo. Le interesa la transmisión de esa energía que le fluye y tal vez le domina. Así debería ser siempre la música. Un torrente de energía pura que sube por los campanarios buscando el vuelo de los halcones», ha descrito Rodríguez, que no podrá contar con su presencia este verano en el festival flamenco de Casares.
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