El pasado verano, en concreto en el mes de julio, las celebraciones por la victoria de España en la Eurocopa dejaron a la plaza de ... la iglesia de Arroyo de la Miel sin fuente. La escultura de un niño con el torso descubierto y los brazos en alto, sosteniendo una vasija por donde caía el agua, quedó completamente destrozada por un acto vandálico. El asunto se investigó por parte de la Policía Local, pero hasta la fecha no se ha conseguido dar con el culpable.
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Desde el Ayuntamiento se mostraron tajantes con este asunto. «Este enclave que hemos disfrutado durante años ya no lo vamos a poder seguir manteniendo porque los daños son bastante graves y vamos a tener que reponerla», afirmó entonces el concejal de Servicios Operativos, Juan Olea, quien aseguró en aquel momento «desde el Ayuntamiento se velará para que todos los actos de este tipo o infracciones que atenten contra nuestro mobiliario urbano, no queden impunes» porque, según dijo, «es un ataque contra el patrimonio de todos los vecinos de Benalmádena».
El caso es que efectivamente la fuente, que durante décadas ha presidido esa plaza, no pudo ser reparada y comenzó entonces la labor de buscar una escultura similar que la sustituyera. Apenas habían pasado unas semanas cuando llamó al Ayuntamiento una persona mayor de un municipio de la provincia, que dijo que tener una parecida en su casa y que estaba totalmente dispuesto a donarla, siempre que se mantuviera su anonimato.
Hasta su casa se desplazaron técnicos del Ayuntamiento, quienes la analizaron y decidieron trasladarla a Benalmádena, aunque finalmente, por diversos motivos no se instaló en la plaza de la Iglesia, sino en Benalmádena Costa, cerca del chiringuito Las Gaviotas.
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La de la plaza de la Iglesia finalmente se encargó a un taller especializado, que puso a disposición del Ayuntamiento una escultura muy similar a la desaparecida. No es exactamente igual, pero se asemeja bastante. Se instaló y la fuente comenzó a funcionar de nuevo. Lo que nadie imaginaba es que cuando apenas llevaba unos días colocada, de nuevo en unas celebraciones deportivas, acabó rota. Comenzó otra vez una investigación por parte de la Policía Local que, esta vez sí, consiguió dar con el culpable, quien ha tenido que asumir de forma íntegra el coste de la reparación. Una reparación que por suerte, esta vez, sí ha sido posible, de manera que la fuente vuelve a lucir como nueva, por el momento.
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