Mijas quiere poner freno a la pérdida de uno de sus grandes tesoros naturales: las praderas de posidonias

El problema está en que los estudios más recientes, realizados el pasado año por la Fundación Aula del Mar Mediterráneo han puesto en evidencia que en los últimos cinco años se ha perdido el 60 por ciento de las praderas de posidonias que existen en la provincia de Málaga. Los motivos de tan mala noticia son muchos, pero en la gran mayoría está detrás la mano del hombre. «Los anclajes de las embarcaciones suelen ser una de las causas porque al levar el ancla se arrancan matas de posidonia y es una especie que tarda mucho en crecer, la contaminación es otra de las razones de su pérdida, así como el hecho de que estén cerca de la orilla y al pisarlas los bañistas las arranquen, y últimamente también el alga invasora, que compite con ella y no la deja avanzar», explica Juan Antonio López Jaime, presidente de la Fundación.

Ante esto y a pesar de que las praderas mijeñas se encuentran protegidas como Zona de Especial Conservación (ZEC) por parte de la Junta de Andalucía, «no hay capacidad administrativa para una protección total real», apunta López Jaime. En ese punto es en el que entra la Fundación Aula del Mar Mediterráneo, a través del programa 'Mares Circulares' que financia Coca Cola y por el que la Fundación está creando ya «grupos de vigilantes voluntarios que se encargarán de vigilar y proteger» las praderas, principalmente realizando estudios y seguimientos de las mismas para saber en qué estado se encuentran.

A ello habría que añadir otras medidas. Este jueves la propia alcaldesa de Mijas, Ana Mata, planteó la posibilidad de instalar carteles en la costa alertando de la presencia de esta especie vegetal y pidiendo respeto y cuidado para ella. Lo hizo en el marco de una jornada de sensibilización sobre este tema, organizada en Calahonda, y en la que el director de la Fundación habló también de la posibilidad de comenzar a reforestar posidonias, algo que no se ha hecho nunca en Málaga, pero sí en Baleares y Valencia.

La clave de tanto esfuerzo para conservar lo que queda de esta especie es el valor natural que tiene. «Si tuviéramos que compararla con una especie terrestre, sería como el alcornoque», asegura López Jaime, quien explica que las posidonias son capaces de absorber más C02 y expulsar más oxígeno a la atmósfera «que cualquier especie vegetal terrestre», por no hablar de que vinculada a una pradera de este tipo suele haber más de mil especies marinas.

La acción que se ha desarrollado este jueves en Mijas ha estado dividida en dos partes distintas. Por un lado se han llevado a cabo actividades y talleres de sensibilización y educación ambiental en las playas de Calahonda-Alhamar y El Bombo dirigidas a públicos de todas las edades. De hecho, para fomentar la concienciación entre los más pequeños, se ha contado con la asistencia de 150 niños de las escuelas de verano de El Olmo y El Chaparral. También los asistentes han podido conocer más de cerca a las tortugas marinas a través de experiencias con gafas de realidad virtual.

De manera paralela en la playa de Calahonda-Alhamar se ha realizado una actividad de sensibilización subacuática con submarinistas inscritos para llamar la atención sobre el cuidado de las posidonias en el fondo marino y qué deben hacer para realizar buenas prácticas en esa zona, es decir, cómo debe ser el comportamiento de los submarinistas para cuidar los ecosistemas marinos.