Mijas obligará a diluir la orina de las perros en la calle bajo pena de multas

«Es uno de los problemas por el que más quejas estamos recibiendo. Desde el Ayuntamiento hemos trabajado durante años en diferentes campañas de concienciación en esta materia, pero entendemos que tenemos que dar un paso más e incluir en la Ordenanza de Vía Pública la obligatoriedad de diluir el pipí de nuestras mascotas cuando salgamos por las calles de nuestro municipio», argumenta el regidor mijeño, que adelanta que el incumplimiento de esta normativa podrá acarrear sanciones desde los 50 euros hasta los 750 euros en función de la gravedad del asunto. «No se trata de una medida con voluntad sancionadora, lo que queremos es que la ciudadanía entienda que es un trabajo en equipo mantener nuestras calles en perfecto estado», defendió.

Según los datos del propio Consistorio, en Mijas hay casi 27.000 perros censados, «que conviven con todos nosotros y forman parte de las familias mijeñas, pero su orina causa un daño irreparable en el mobiliario urbano, pero con un gesto muy sencillo como es diluir en agua el pipí de nuestras mascotas, ayudamos a mantener limpia y ordenada nuestra localidad», recalca González.

Tal como avanzan desde el área de Vía Pública, una vez aprobada esta modificación se iniciarán diferentes campañas de concienciación e información sobre esta nueva medida, que habría tenido en consideración (siempre según fuentes municipales) todo lo que les han ido trasladando colectivos vecinales, e incluso las propias asociaciones animalistas. «No solo se trata del daño que se causa al mobiliario urbano, hablamos de salubridad y de la imagen que proyecta el municipio», añade Cruz, que recuerda que desde diferentes áreas del Ayuntamiento se ha hecho un esfuerzo en los últimos años por impulsar parques caninos que permitan que las mascotas tengan nuevos espacios dentro de la localidad.

Así las cosas, la modificación inicial de la ordenanza se llevará a pleno el próximo 29 de diciembre y, tras el período de exposición pública correspondiente, se espera que entre en vigor en el primer trimestre del año 2022.

Esta medida es muy similar a la aprobada en el Ayuntamiento de Benalmádena, el último en incluir esta fiscalización en las ordenanzas durante 2019. La «guerra» del Ayuntamiento de Benalmádena contra el incivismo de algunos dueños de mascotas dio un paso más allá con la aprobación de una medida que obliga a que los orines de los canes deban ser limpiados bajo amenaza de una multa.

Esta ordenanza municipal sobre la protección, bienestar, tenencia responsable de animales y animales potencialmente peligrosos incluye en su articulado la obligación de los propietarios de llevar una botella con agua jabonosa cuando pasean a sus mascotas para reducir el efecto de las micciones caninas en la vía pública.

Al igual que en Mijas, el propósito de esta modificación es contribuir a tener la ciudad más limpia. Esta entrada en vigor coincidía, precisamente, con la obligatoriedad de registrar el ADN canino, también establecido en la ordenanza. El objetivo es triple: evitar la pérdida de animales; el control de las heces no recogidas de la vía pública por ciudadanos incívicos; y para prevenir el abandono animal.