Josele Aguilar: «Tememos que el acuerdo de Tívoli pueda encubrir un nuevo pelotazo urbanístico»

Según dijo, la reapertura del parque de atracciones «se podía enfocar desde un punto de vista que beneficiase al conjunto de la ciudadanía de Benalmádena, en el que se pusiese en valor también los beneficios del ayuntamiento de la ciudad y también de la empresa propietaria o que se pusiese el foco sobre todo en los beneficios de la empresa propietaria». Para el socialista, «esta última es la solución por la que parece haber optado el Ayuntamiento de Benalmádena».

Por ello, exigió «total transparencia al alcalde de Benalmádena». «Es necesario que se conozcan con claridad cuáles son los términos del protocolo que se ha firmado. Qué intereses son los que se van a beneficiar en ese protocolo y, también, cuáles son los beneficios que pueden obtener el Ayuntamiento y la ciudadanía de Benalmádena. Y, sobre todo, cómo se van a garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Tívoli», apuntó.

Por su parte, Navas advirtió que «si el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, cumple el protocolo de intenciones que ha firmado con el grupo Tremón, una parcela de 156.000 metros cuadrados situada en el centro de Arroyo de la Miel, pasaría de tener un valor aproximado de unos 10 millones de euros a casi más de 100 millones de euros».

«Si además se cumple ese protocolo, supondría unas plusvalías para las arcas municipales de algo más de 120 millones de euros, que sumado al precio de la parcela, supone un pelotazo urbanístico en toda regla del que el único beneficiario es el grupo Tremón», aseguró.

Según Navas, «lo peor de todo es que en el protocolo que ha firmado el alcalde ni siquiera aparece la posibilidad de que Tremón haga frente a ese incremento de volumen. Al contrario, se le exime de cualquier tipo de impuestos, de cualquier tipo de tasa o de pagar ese aumento de volumen justificándose todo en el interés público, en el interés público de abrir el parque atracciones Tivoli en la mitad de su superficie, precisamente en la cubierta de un centro comercial».

Igualmente criticó que «ni se mantiene la identidad, ni se mantiene el emblema de lo que significa Tívoli World y supone un pelotazo urbanístico que nos recuerda tiempos pasados, de los cuales parece que no hemos aprendido absolutamente nada. Volveremos a tener muchos metros cuadrados de hormigón, de cemento, sin equipamiento social, sin equipamiento educativo y sin infraestructura de movilidad que permitan tener una ciudad sostenible, que es a lo que aspiramos los socialistas de Benalmádena«.