La huelga de autobuses de Fuengirola se enquista

A mediados del mes de marzo comenzó la huelga de los trabajadores del autobús urbano de Fuengirola, que afecta a la totalidad de la plantilla (unas 50 personas) y una negociación paralela entre la empresa UTE Urbano de Fuengirola y los representantes sindicales, con la mediación del Ayuntamiento. El proceso ha tenido sus altos y sus bajos en este periplo de tiempo, pero lo cierto es que prácticamente cuatro meses después la situación, lejos de resolverse, está aún peor que antes.

Así lo demuestra el hecho de que desde este pasado lunes 6 de agosto los días en los que se producen parones en el servicio, a modo de protesta, se han duplicado. Hasta ahora eran dos a la semana y desde esta semana han pasado a ser cuatro. En concreto, los lunes, los martes, los viernes y los sábados. Hasta que se resuelva el conflicto, los parones tendrán lugar, siempre esos mismos días, entre las 10 y las 15 horas y entre las 19 y las 23 horas. A eso hay que sumar que un tercio de la plantilla está en estos momentos de baja médica por diferentes motivos, entre ellos, en dos casos, por ansiedad.

El resultado de toda esta combinación son «autobuses a reventar» y por tanto, un servicio que no se está prestando con la calidad que debiera. Según explica el secretario de Organización del Sindicato Libre de Transporte, José María Cazallas, la propuesta del sindicato pasa porque la plantilla de nuevos trabajadores se vaya equiparando progresivamente a la de los antiguos, ya que este es uno de los principales motivos de la convocatoria de huelga: una significativa diferencia salarial entre una parte de la plantilla y la más antigua. Las mejores condiciones las tienen los trabajadores subrogados por la actual adjudicataria del servicio, que se acogen al convenio que tenían con la anterior empresa. Sin embargo, los contratados directamente por esta nueva empresa tienen un salario más bajo.

«La empresa nos hizo una propuesta de subir los salarios, pero a cambio de que el cómputo de horas no fuera semanal, sino mensual», aseguró Cazallas, quien rechazó esta opción. «Eso daría lugar a que hubiera días en que trabajáramos diez horas, a cambio de otros días de compensación. Todos los trabajos son dignos, pero llevar a viajeros durante ocho horas, dando vueltas a un mismo circuito, en un vehículo pesado, es un trabajo duro y penoso. No se pueden asumir turnos de diez horas», explicó el sindicalista.

Hay que recordar que la actual empresa que presta el servicio, la UTE Urbano de Fuengirola, formada por el Grupo Interbus y Damas, se hizo con la concesión por parte del Ayuntamiento en enero de 2023. Desde el Ayuntamiento de Fuengirola insisten en su papel de mediadores en el conflicto y aseguran que siguen estando «vigilantes» en el cumplimiento del contrato.

«La situación es que el 30 por ciento de la plantilla está de baja y que la empresa ha ofrecido, en una reunión reciente, mejoras laborales, entre ellas, una subida salarial progresiva. Pero los sindicatos no se han pronunciado sobre la misma y han decidido reactivar la huelga», apuntaron fuentes municipales. «Seguiremos, como siempre mediando, pese a que está siendo muy difícil conciliar las voluntades de ambas partes», afirmaron por último.

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