El Holi, una unión cultural que tiñe de color Benalmádena

Una festividad típica de la India y Nepal que adquiere diferentes significados - algunos de ellos basados en sus deidades- pero que, entre otros aspectos, celebra la llegada de la nueva estación, un nuevo comienzo para dejar atrás el pasado, y sobre todo, el triunfo del bien sobre el mal. Alrededor de medio millar de personas se congregaron este domingo en Benalmádena para llenar de alegría y mucho color la zona. Y es que, cara al resto del mundo, el Holi es internacionalmente conocido como la fiesta de los colores, donde los asistentes se lanzan polvos de tonalidades llamativas como símbolo de igualdad.

«El mancharnos de colores es una manera darle una igualdad a todo el mundo, tanto económica, como social o de raza. Cuando todos estáis igual, manchados de colores, no sabes quién tiene más o menos dinero o quién es negro y blanco. Es como una forma de decir que todos somos uno, que todos somos iguales, nadie es más que nadie», relata Ravi Tharani, uno de los organizadores del evento benalmadense, además con tinte benéfico, dado que lo recaudado irá para el mantenimiento del templo hindú.

Ya en el entorno de la fiesta, te bastaba un minuto para darte cuenta de que el sentimiento de igualdad era real. Miembros de la comunidad india, vecinos de la zona y turistas extranjeros se unían entre risas, bailes y colores, sin importar sus edades, género o condición. Era inevitable esbozar una continua sonrisa al ver a los niños jugando entre ellos, embadurnados con estos polvos; los adultos, al menos por un día, imitaban su comportamiento y se divertían tanto o más que ellos. Corrían detrás del otro, se pintaban las caras y saltaban y vibraban con la música de Bollywood a cargo de DJ Prince y DJ Kunal.

No faltaron tampoco algunos platillos típicos de la gastronomía india, a cargo de dos negocios de la zona: Harry's Restro y Niña Bonita, tampoco falló la animación y ocio para los más pequeños, con castillos inflables, e incluso una plataforma de vídeo 360. Risas, baile, música, buen tiempo, amabilidad… Sin duda, la mejor forma posible de unir lazos culturales y acercar a Benalmádena un pedacito de las raíces de una importante comunidad local, que quiere seguir trasladando estas tradiciones a las futuras generaciones, aunque estas ya hablen andaluz.