La hermana cubana de Benalmádena

Cuba ya se encontraba en una situación complicada cuando cayó el muro de Berlín (1989) y posteriormente, comenzó a disolverse la Unión Soviética, con la que Cuba mantenía relaciones comerciales. La crisis económica se agravó, teniendo en cuenta además el bloqueo que Estados Unidos ejercía sobre la isla. En aquellos años, los cubanos hicieron todo lo posible para frenar la salida masiva de sus ciudadanos y conseguir aliados en el extranjero, fomentando las relaciones internacionales (y también las inversiones) con países afines.

Fue entonces, a mediados de los 90 cuando, a través de la propuesta de Izquierda Unida en un pleno local de Benalmádena, se solicitó el hermanamiento con una ciudad cubana. Así lo refrenda y explica el entonces portavoz del grupo municipal, Enrique Nicora: «Era una época en la que, tras la caída del muro, los gobiernos socialistas necesitaban recomponer su sistema. Entonces, al comenzar el deterioro de la URSS, Cuba estaba en un bloqueo brutal y una forma de intentar romper ese bloqueo era buscar hermanamientos con ciudades españolas y otros países. Nosotros lo propusimos desde IU».

Se aceptó y se buscó además para dicha unión una ciudad que tuviera sus semejanzas con Benalmádena, como por ejemplo, el ser una localidad costera y con gran volumen turístico, aunque si algo caracteriza Nuevitas además de sus paradisíacas playas de arena blanca es su industria. De hecho, esta ciudad de la costa Norte del país y con más de 60.000 habitantes es una de las más reconocidas del país por la actividad de su puerto industrial.

Aprobada la hermandad, una amplia expedición benalmadense, encabezada por el mítico alcalde local Enrique Bolín, partió hacia Nuevitas en 1996, donde les brindaron una amplia y cálida bienvenida con recorridos turísticos, actos institucionales con el alcalde local Fidel Ramos, recibimientos en colegios, visitas a infraestructuras… Algo que un año después fue correspondido en Benalmádena, cuando la expedición cubana descubrió en la localidad malagueña una placa que dio nombre a la plaza Nuevitas Camagüey, en Arroyo de la Miel. A lo largo de estos años, la realidad es que la relación entre ambos enclaves ha sido escasa: Benalmádena realizó un par de envíos de ropa, colchones o medicinas (entre otros) a Nuevitas, pero con el paso del tiempo, perdura poco más que el recuerdo.