La futura gasolinera de El Coto de Mijas llega al Defensor del Pueblo

Durante la jornada del sábado, solo con una mesa informativa, consiguieron recoger 150 firmas que se suman a las 800 que han conseguido virtualmente. Así lo explicó una de las portavoces de la plataforma de vecinos creada para frenar el proyecto de la gasolinera, Sonia Menéndez.

No es la única acción que han puesto en marcha. Tal y como detalló Menéndez, han decidido llevar su demanda ante el Defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu, que ya les ha solicitado toda la información relativa a este caso para conocerlo al detalle.

«No hemos dejado de movernos», afirmó la portavoz, quien también explicó que tras acudir al pleno del Ayuntamiento de Mijas el pasado mes de mayo para visibilizar su protesta, están a la espera de reunirse con concejales tanto del PP en el Gobierno municipal, como del PSOE en la oposición, que «nos mostraron su interés por mantener un encuentro con nosotros, pero todavía no nos han contactado».

En estos momentos las obras de la gasolinera se encuentran temporalmente paralizadas, a petición de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Mijas. A raíz de las protestas vecinales, en el Ayuntamiento se analizó al detalle el expediente y se dieron cuenta de que se había «obviado» un «paso fundamental», como es el estudio de impacto en la salud, «algo que se tenía que haber tramitado de manera simultánea a la concesión de la licencia de obra», tal y como explicó la concejal del área, Lourdes Burgos, quien insistió en recordar que la licencia de obra para esta gasolinera se concedió con el anterior gobierno del PSOE.

«Nosotros estamos haciendo lo que podemos, que es revisar todos los documentos al detalle para ver si cumple todo conforme a la normativa porque entendemos perfectamente las quejas de los vecinos», afirmó Burgos. Según detalló, la empresa ya ha presentado al Ayuntamiento ese estudio de impacto en la salud y éste ha dado traslado a la Junta de Andalucía, de manera que ahora está abierto el periodo de presentación de alegaciones. «Dependiendo de las alegaciones que se presenten a ese estudio se decidirá si la obra puede continuar o si por el contrario no cumple con la normativa», dijo Burgos.

Hay que recordar que uno de los principales motivos por el que los vecinos rechazan esta gasolinera es por su proximidad a las viviendas. Además, para ellos, no es una infraestructura necesaria. «Hemos contado 17 gasolineras en un radio de 3 kilómetros». A esto le suman que en esa zona, «en menos de 300 metros hay tres colegios, con lo que eso puede suponer si hablamos de contaminación por combustible fósil». Y por último, pero no menos importante, se quejan de que esta infraestructura ocupa parte de un arroyo que baja desde la sierra a Fuengirola, de manera que «si hay desperdicio de combustible llegará a nuestras playas», lamentó Menéndez.