Fuengirola levanta un monumento a las víctimas que no contenta a todos

Dicho monumento, que recibe el nombre 'El Alma del Mundo' y que ha sido diseñado por el escultor Tomás Castillo, fue inaugurado ayer viernes por la alcaldesa, Ana Mula en un acto en el que se dedicó un recuerdo especial a las víctimas de ETA, con la presencia de una de ellas, Dori Arrabalí, quien leyó un manifiesto de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), con motivo del 27 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.

Según apuntaron durante el acto tanto la alcaldesa como el concejal de Cultura, Rodrígo Romero, han sido numerosos los colectivos sociales, étnicos y de vecinos de diferentes nacionalidades «que han sufrido históricamente, y padecen aún hoy, las nefastas consecuencias de un conflicto de estas características» los que han trasladado al Ayuntamiento su deseo de contar con un monumento para honrar el recuerdo de sus víctimas.

Pensando en todos ellos, según se explicó, se ha levantado el monumento que ya preside el Parque del Sol. En concreto en el acto se hizo referencia a las víctimas del campo de concentración de Mauthausen, a los kurdos, a los armenios, a las víctimas de la guerra en Ucrania, a Oriente Medio y a las de la Guerra Civil Española.

«Fuengirola es una ciudad abierta, cosmopolita y acogedora. Personas de 135 nacionalidades convivimos aquí en completa armonía. Los fuengiroleños somos un magnífico ejemplo, justamente, de convivencia entre personas de países, etnias y costumbres dispares. Por lo tanto, era de justicia contar con un espacio donde declaramos, todos juntos y sin fisuras, que somos una ciudad tolerante que rechaza la violencia», dijo Mula.

Pero esté 'café para todos' no ha contentado a todo el mundo. A pesar de ser un acto al que estaba invitada toda la corporación municipal, los concejales del PSOE decidieron no acudir al mismo y mostrar así su disconformidad. Sí estuvo Hacemos Fuengirola (unión de las fuerzas de izquierda), aunque su portavoz, José Miguel López, reconoció no estar conforme con la decisión del equipo de Gobierno ni con la falta de información que ha existido en torno a la colocación del monumento. Aún así, «al final será el pueblo el que le dé su sentido a esta escultura, por eso estamos aquí».