Fuengirola le gana la batalla a Filomena tres años más tarde y recupera el parque que la borrasca se llevó por delante

Hace ahora tres años buena parte de ese parque se lo llevó por delante la famosa borrasca Filomena, que causó estragos en muchos puntos del país. También afectó a Fuengirola y distintas zonas del Parque de las Presas quedaron impracticables. Pasado ese tiempo el Ayuntamiento se ha propuesto ganarle la batalla a Filomena y ya está ejecutando las obras para la recuperación de este entorno. Además, la idea es mejorarlo con la plantación de especies autóctonas; la renovación de equipamientos y estructuras de madera y la creación e instalación de dos pasarelas de madera, de seis metros de longitud cada una de ellas para poder cruzar el arroyo en diversos puntos.

Las obras tendrán un coste para las arcas municipales, ya que se financian con cargo a remanentes de tesorería, de 350.000 euros y el objetivo es que esté listo a comienzos del próximo mes de diciembre, ya que son tres los equipos que hay trabajando en distintos tramos del sendero.

«Todos los espacios que discurren en paralelo a los arroyos o al propio río Fuengirola se ven afectados por posibles escorrentías de agua cuando se producen fuertes lluvias. Ante eso solo podemos elegir si no hacer uso de esos espacios o usarlos buena parte del año, con el riesgo de que puedan producirse daños», explicó la alcaldesa del municipio, Ana Mula, en una visita a los trabajos.

Aún así, la regidora apuntó que en esta ocasión se están colocando gaviones de piedras, que irán recubiertos y endurecidos con hormigón en los laterales del río y que habrá tramos con todo el lecho de hormigón para frenar el agua en caso de crecidas. «Igualmente pueden sufrir problemas si la avenida es muy grande, sobre todo por el hecho de que aunque nosotros mantengamos limpios todos los tramos de ríos y arroyos que pasan por nuestro municipal, no sabemos cómo está el cauce aguas arriba, en otros términos vecinos», apuntó.

En ese sentido hizo un llamamiento a las «administraciones superiores», ya que consideró que «deberían elaborar planes que obliguen a los municipios a tener los cauces en perfectas condiciones. Nuestro tramos de ríos y arroyos están fantásticos, pero si pasando nuestro término, en otros municipios, el tramo no está cuidado, cuando viene una avenida todo va a parar al último tramo, es decir a nuestra playa».