«Se escudan en el turismo de calidad y en la desestacionalización del turismo para reproducir el modelo insostenible del pasado. La administración no ha ... entendido que estamos ante una emergencia ambiental y climática». Así valora Ecologistas en Acción, a través de su coordinador, Juan Alarcón, el nuevo proyecto que contempla la construcción de un campo de golf y 350 apartamentos turísticos en Mijas y que hace solo unos días recibió luz verde por parte de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento, a la falta ya solo de la licencia para comenzar las obras.
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Para Alarcón, esta iniciativa empresarial «ahonda en un modelo que esquilma los recursos naturales en beneficio de unos pocos». El responsable de la organización ecologista criticó que los responsables públicos «olvidan que estamos en un territorio semi-desértico, con un aumento de población exagerado, y unos recursos hídricos en franca decadencia».
Igualmente recordó que el campo lindará con una zona de especial conservación (ZEC), incluida en el catálogo de espacios naturales protegidos de Andalucía y en la Red Natura 2000, y dos ríos que albergan población de nutria, protegida en España.
Por ello defendió que «antes de abrirle la puerta con el sello de estratégico», la Junta de Andalucía debería evaluar su impacto ambiental. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó el recurso interpuesto en ese sentido por Ecologistas en Acción el pasado diciembre y según dijo Alarcón, la administración tampoco ha contestado a dos de sus ocho alegaciones.
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«La duda más acuciante es cómo se va a suministrar agua al campo de golf y a las 350 viviendas y hotel. Cabe recordar que el proyecto Valle del Golf se sitúa sobre un acuífero, sobre el que actualmente ya existe una captación autorizada cercana para riego», continuó y puso en duda que el nuevo campo se conforme con aguas depuradas, aunque así lo diga el proyecto. «En Mijas funcionan unas EDAR obsoletas: la del Cerro del Águila habría que ampliarla, y la de la Cala tiene un tratamiento no adaptado a estos tiempos. Esa agua no se va a echar a los campos de golf, que ya se resisten a usar la del terciario. Y menos ahora que todo el mundo pide agua regenerada», apuntó por último.
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