Manuel España: «Me cuesta ver cine español, los actores cada vez hablan con menos claridad, parece que están teniendo un orgasmo»

Hoy no quedan viñedos, ni almendros y en el lugar donde estaba aquel camino se levanta ahora el teatro de Las Lagunas, lugar de encuentro en Mijas para todos los amantes de la cultura. Ese teatro, desde hace solo unos días se llama Manuel España. Un cambio de nombre impulsado por el Ayuntamiento, con el visto bueno de toda la corporación municipal, que pretende ser un homenaje a un hombre que lleva más de cuarenta años vinculado a la cultura y el teatro local.

-¿Qué siente una persona que tiene un teatro con su nombre?

-Es un gran honor que te hagan un reconocimiento así y que además sea por unanimidad de toda la corporación, te hace sentir muy bien, pero también te hace tener más responsabilidad en tu trabajo.

-Nació en Mijas y ha desarrollado toda su carrera en Mijas...

-Empecé estudiando en Marbella, fui de los últimos alumnos que tuvo el Teatro-Escuela ARA en Málaga y de ahí, al Conservatorio de Córdoba, donde me saqué el título de Arte Dramático. Cuando terminé la carrera en 1982, me fui a Madrid, pero después de un año y algo tuve claro que Madrid no era para mi. Tuve incluso la oportunidad de entrar a trabajar en el teatro TEU con un contrato, pero lo rechacé para volverme a mi tierra, a Mijas. Cuando regresé me ofrecieron la posibilidad de dar clases en la Universidad Popular de Mijas, en Las Lagunas, y desde 1985 estoy en ello. También continúo dirigiendo la Asociación Cultural Teatro Mijas, con la que el próximo 14 de abril estrenamos 'Doce sin piedad' en Gibraltar. Así que sigo en la mecha. Tengo una amiga dramaturga que dice que «recién estoy comenzando» (ríe)

-¿Nunca se ha arrepentido de no haber continuado su carrera en Madrid?

-Jamás. Doy gracias a Dios por lo rápido que se me pasado la vida, por lo emocionante que ha sido, por la gente que he conocido, por sentirme querido y por lo mucho que he disfrutado en mi profesión. Pero también quiero que quede claro que siempre que he trabajado una obra lo he hecho con un cien por cien de profesionalidad, tratando de hacerla mía y creyendo siempre en lo que estaba haciendo.

-¿Cuántas personas han pasado por sus clases en todos estos años?

-No puedo ni calcularlo, muchas generaciones...

-¿Alguno de ellos ha hecho carrera profesional?

-Sí, hay varios. Tengo a antiguo alumno haciendo series en Londres, otra trabajando en el teatro Fígaro, otro en Estados Unidos...

-¿A alguno ha tenido que decirle alguna vez «esto no es para ti»?

-Sí, solo lo he tenido que decir una vez y no puedo contar a quien porque es una persona conocida (ríe). Creo que es la única persona que me ha podido, que me ha superado... Siempre trato de trabajar mucho la psicología dentro de los personajes y con las personas con las que trabajo, pero ahí no me sirvió nada.

-Después de tantos años en la mecha, ¿qué retos le quedan por delante?

-Me queda hacer un montaje con 'La vida es sueño' de Calderón de la Barca y también con el Tenorio. Después de tantos años nunca lo he hecho porque es muy difícil encontrar un Don Juan que sea creíble y que sepa decir el texto. La palabra no es quien la dice, sino cómo se dice. Si Don Juan no dice bien el verso es un problema. Soy una persona muy exigente y ambas son obras cumbre del teatro mundial. He visto varias representaciones de esas obras que no me han convencido y por eso no lo he abordado hasta ahora.

-¿Qué le parece el panorama teatral y cinematográfico actual?

-La verdad es que el cine español actual me cuesta trabajo, no me convence. La palabra debe de tener vida y ahora cada vez se habla más en susurros, parece que los actores están teniendo constantemente un orgasmo. Para mi la voz debe de tener claridad porque estamos contando una historia. Aún así he de decir que hay gente joven que está haciendo cosas muy interesantes.

-Ya ha dicho lo que le queda por hacer, pero de lo que ha hecho, ¿cuál es la obra con la que se siente más satisfecho?

-Me quedo con 'Yerma' de Lorca, un texto que dice cosas muy bellas, que es una llamada a la libertad, y con 'Anillos para una dama', que para mi es lo mejor que ha escrito Gala.