Las dos fases para ampliar la desaladora de Marbella avanzan juntas: la sal ya baja a la mitad

La primera fase era para subir los 6 hm3 en que se había quedado limitada a 12. Y la segunda, para volver a los 20. Las dos van juntas y, como el cambio de elementos filtrantes es paulatino, ya hay muy buenos resultados: la sal del agua saliente se ha reducido a la mitad.

En estos momentos la obra de la primera fase de las mejoras ha cogido ritmo, tras un retraso por motivos externos y que aluden a la crisis del Mar Rojo y el Canal de Suez, que ha incidido de lleno en los fletes de mercantes. La primera fase debió de entrar en servicio a principios de verano. Lo bueno es que la segunda, prevista para diciembre, va adelantada.

La planta tiene cinco líneas activas. En la sexta, se renuevan los bastidores, para mantener la producción al máximo posible. No parar técnicamente también ralentiza los trabajos.

Después de los análisis de una de las líneas con bastidores nuevos, se han obtenido datos muy positivos de mejora en la calidad del agua desalada, ya que la conductividad (sal) se ha reducido a la mitad: está en 320 microsiemens/cm. Y cada línea nueva llega a producir 304 m3 por hora. Ese nivel de sal es el más bajo de la provincia, después de Antequera.

Otro de los indicadores clave en la calidad del agua, muy importante por ejemplo en la desalobradora de El Atabal en Málaga, que trata agua de pozos y embalses y no de mar, es la dureza, la cantidad de cal del agua. Aquí es despreciable, porque el agua de mar no tiene esta característica.

En la segunda fase, se están renovando los filtros de arena de la desaladora, lo que permitirá una capacidad de pretratamiento del agua de 6 a 8 líneas, que es el máximo del que dispone la planta marbellí y renovando bastidores en esas dos líneas restantes para llegar a las 8.

«Los resultados que estamos obteniendo en un principio son muy positivos y estamos satisfechos. Cuanto mayor sea la calidad del agua, más producción nos podemos permitir, lo cual es muy beneficioso para nuestro sistema de abastecimiento. Y en cuanto a la segunda fase, ya se iniciaron los trabajos para ahorrar plazos compaginando las dos fases y que a final de año logremos 20 hm3/año», aseguró a SUR la consejera delegada de Acosol, Matilde Mancha.

Una de las claves para simultanear obras es que la contratista (Medio Ambiente, Residuos y Agua Marea) es la misma en las dos fases, que implican una inversión 1ue ronda los 7 millones contando con los proyectos y asistencias técnicas.

El volumen aportado al año por la remozada planta será de la quinta parte del consumo anual de la Costa del Sol, entre Torremolinos y Manilva, cifrada en 90 hm3 en términos redondos. En invierno, cuando baja la población flotante, la desaladora ha llegado a suponer en periodos concretos el 50% de los caudales abastecidos.

El año que mayor agua produjo fue en 2012, cuando desaló 10 hectómetros cúbicos. La media real ha estado siendo 5,5, dado que hay un mes en el que habitualmente se realiza una parada técnica. Un condicionante que hay que entender es que la producción máxima de la planta cuando terminen los trabajos será de 650 litros por segundo. Y la Costa pide hasta 3.500 en temporada alta.

La planta no sólo va a recuperar su capacidad nominal, también se va a dar solución a un problema recurrente que crea verdaderos quebraderos de cabeza a los técnicos . El agua desalada se mezcla en una tubería en alta con la bruta que viene del pantano y se envía a la potabilizadora del Verde.

Cuando el agua del embalse viene con altas concentraciones de materia orgánica (hojas, tierra…), se da una reacción química con el agua desalada que genera trihalometanos, unas sustancias volátiles que si superan unas cantidades establecidas son potencialmente cancerígenas. El control de estos elementos es a tiempo real, por lo que no hay ningún riesgo para la salud, pero sí obliga a ajustes y paradas parciales.