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Benalmádena ha sufrido esta madrugada uno de los mayores arribazones de alga asiática de su historia. En concreto ha afectado a las playas de Los Melilleros, Santa Ana y la playa de Arroyo de la Miel, con la circunstancia de que el municipio se encuentra a máximos niveles de ocupación turística y las tres playas afectadas son urbanas y muy frecuentadas por los visitantes, ya que todas ellas se encuentran rodeadas de instalaciones hoteleras.
Esta situación ha hecho que la Concejalía de Playas del Ayuntamiento de Benalmádena haya mandado en plena noche la maquinaria con la que cuenta para la limpieza de las algas y a sus operarios, a tratar de limpiar al máximo las zonas afectadas antes de que comenzara la afluencia de bañistas. Los trabajos se han prolongado hasta pasadas las 10.30 horas de la mañana, con el apoyo de los vigilantes de las playas y del personal de socorrismo para que no se produjera ningún incidente con los usuarios a esa primera hora por la presencia de la maquinaria de limpieza.
En un primer cálculo, desde el Ayuntamiento apuntan a que puede ser en torno a doce toneladas las algas que haya que retirar, ya que las tareas continuarán cuando de nuevo se vacíe la playa de gente porque todo apunta a que las algas que hay en el interior del agua irán saliendo a la arena con el paso de las horas y el cambio en las corrientes y el oleaje.
Hay que recordar que el alga asiática invasora no es peligrosa para las personas y que el baño es completamente compatible con su presencia, aunque es cierto que en grandes cantidades, como la que ha llegado ahora, puede llegar a ser molesta. Distinto es para la riqueza del fondo marino, ya que está demostrado que esta especie invasora daña otras especies vegetales muy valiosas como las posidonias.
Justo antes del comienzo de la temporada de verano, el Ayuntamiento de Benalmádena ya reconoció abiertamente que el alga asiática ha pasado de tener una presencia «esporádica» en las playas del municipio durante los años 2020 y 2021 para ir aumentando progresivamente conforme avanzaban los meses, hasta el punto de tener actualmente «una presencia casi continua, habiéndose retirado unas 100 toneladas por mes durante los primeros meses del año».
Esto supone un problema y sobre todo un reto económico y técnico para conseguir mantener en perfecto estado de limpieza las playas y que la constante llegada de algas no afecte a la imagen de la costa y por tanto al turismo.
Desde el Ayuntamiento ya detallaron en su momento que los trabajos de limpieza de playas se realizan a través de una contrata externa con un presupuesto anual fijo de 660.412,99 euros, que incluye limpieza de playas, limpieza de módulos de aseos y socorrismo, limpieza de cauces, limpieza y mantenimiento de taludes y trabajo de pintura y mantenimiento de barandillas y balaustradas.
A ese presupuesto se suma otro anual variable de unos 60.000 euros para trabajos extraordinarios, pero debido a la evolución que está teniendo la presencia de esta alga, cada vez más continua, la Concejalía de Playas previó un aumento de coste de 200.000 euros, que finalmente serán más que necesarios.
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