El día después en Mijas: «¿Ahora te los van a cambiar a todos, no? ¡Vaya putada!»

De puertas para adentro, en la Casa Consistorial, la historia ya era otra. En las dependencias de la planta baja los funcionarios iban y venían atendiendo las peticiones de los ciudadanos o al teléfono. Pero entre una cosa y la otra siempre se escapaba algún comentario: «Tiene usted que subir a Alcaldía, que está arriba, pero la verdad es que con todo lo que está pasando ahora está todo muy liado», explicaba una funcionaria a una mujer que preguntaba por la ubicación de un despacho concreto.

«¿Ahora te los van a cambiar a todos, no? ¡Menuda putada!», preguntaba otra mujer, de visita en el Ayuntamiento, en este caso a un funcionario. «Yo aquí estoy, a verlas venir», respondía éste tratando de ponerse de perfil, a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

En la planta de arriba, en los despachos, todo estaba más silencioso y las conversaciones iban y venían en pequeños corrillos, muchos a puerta cerrada. El Ayuntamiento de Mijas es un edificio enclavado en plena plaza Virgen de la Peña, en el centro histórico del pueblo, con ciertas limitaciones de espacio, que han hecho que dentro de las dependencias municipales no haya espacios reservados para los diferentes grupos políticos. El personal de los partidos en Gobierno tiene sus despachos en las concejalías que ocupan y los que están en oposición trabajan desde sus sedes políticas ubicadas fuera del Ayuntamiento.

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Eso hace que, si no quieren, no tengan que cruzarse por los pasillos. Este miércoles, además, día en que se presentó la moción, era todavía más improbable ese cruce incómodo de caminos porque se da la circunstancia de que el alcalde, Josele González, estaba en el pleno de la Diputación, donde es portavoz del PSOE, y el concejal de Cs, Juan Carlos Martín, que es responsable del área de Turismo, estaba junto a su equipo en Lisboa, participando en la International Golf Travel Market, la feria turística más importante relacionada con el golf.

Algunos de los cargos vinculados al Gobierno ya han comenzado a despedirse. Otros, los funcionarios de plaza, se lo toman con cierta distancia, acostumbrados a los vaivenes de la política. Como sea, lo que parece es que todos tienen ya certeza de que el día 2 de noviembre habrá un cambio de ciclo en la política mijeña.