Deportes Trébol dice adiós tras 40 años de historia en Benalmádena

Esas dos circunstancias podían haber marcado negativamente el futuro del negocio, pero un fue así. A José García e Isabel Villasana, los dueños del comercio, les ha ido bien. Tan bien que han estado al frente de la tienda durante cuarenta años. Eso sí, «hemos tenido que luchar y batallar mucho», cuenta ahora José, quien echa la vista atrás y recuerda las noches en las que a su mujer y a él les daba la madrugada grabando trofeos para poder llegar a tiempo con los pedidos. Se emociona también cuando menciona la ayuda que en estos años les han prestado sus hijos. «Esto ha sido siempre familiar, siempre hemos estado los cuatro unidos», explica Isabel.

Ese sacrificio, mezclado con un buen trato y la seriedad a la hora de asumir pedidos, los ha mantenido en el candelero todo este tiempo y eso que en cuarenta años las cosas han cambiado mucho. «Seguimos trabajando sin página web, ni redes sociales, todo lo sigo haciendo a mano con mi libreta», cuenta José. El boca a boca ha sido siempre su mejor estrategia de marketing, hasta el punto de que hoy en día abastecen de material a clubes deportivos de Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Alhaurín y otros municipios de la provincia. También a colegios e incluso a otras tiendas, que les compran a ellos.

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Desde hace unos días en el escaparate de Deportes Trébol se pueden leer dos carteles. Uno de ellos dice: «Liquidación por jubilación. 40 años a su servicio». Y en el otro se puede ver un dibujo que parece un avatar de José, bailando y celebrando, acompañado de la frase: «Esta leyenda se jubila». Isabel y José han decidido echar el cierre y jubilarse. «Mi mujer lleva razón, queremos estar más tiempo con los nietos, viajar más» y en general disfrutar de la vida, explica José.

Sus dos hijos tienen sus trabajos y no quieren continuar con el negocio, por lo que ambos han decidido poner fin a este largo capítulo de su historia, que es también parte de la historia de Arroyo de la Miel.

No echarán del todo el cierre hasta que termine la temporada de los clubes deportivos, con los que tienen adquirido un compromiso, y hasta que liquiden todo el material que aún tienen en la tienda. Aún quedan unos meses por delante con las puertas del negocio abiertas para la clientela. Una vez que se plazo se agote, queda por ver cuál será el futuro de este comercio, que antes que tienda deportes fue también un bar y antes que eso, un negocio de futbolines.