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El 8 de marzo los pantanos de la provincia estaban en apenas 97 hectómetros cúbicos. Este martes, superaban los 170. Por medio, las generosas lluvias de las borrascas Mónica y Nelson y sus correspondientes semanas de escorrentías. Estas han animado la situación de las reservas ... en superficie hasta el punto en que sólo Málaga capital está peor que el año pasado por estas fechas. A última hora de ayer, La Concepción, entre Marbella e Istán, dio este salto, aunque ya prácticamente está equilibrado el nivel del agua entrante con el del consumo y la evaporación.
Así, en la medición de las nueve de la noche, ya igualaba a los guarismos del año pasado por estas fechas, con 43,11 hm3. Así se mantuvo hasta pasada la medianoche, cuando, debido a la bajada de presión en los grifos costasoleños, se certificaba matemáticamente la 'vuelta a la tortilla'. Este miércoles el embalse cumple 48 horas 'clavado' en los citados 43,11, suficientes para aventajar en 0,05 hm3 las reservas del año pasado por estas fechas.
Este hecho prueba la capacidad de respuesta de un embalse muy agradecido que por primera vez en la historia es el que más agua embalsa en la provincia. En los próximos días, salvo lluvias inesperadas, iniciará su curva descendente y caída en picado estival.
Su capacidad de respuesta constituye al mismo tiempo su debilidad. El embalse recibe los aportes del Verde y del sistema triple de túneles del Guadaiza, Guadalmina y Guadalmansa. Sus 57 hm3 (datos de la última batimetría de 2022) son claramente insuficientes para dar una garantía de agua a la Costa más allá de 8 meses vista.
En este contexto, se planteó el proyecto de recrecimiento de la presa, que ha perdido puntos para el actual equipo de la Consejería de Agricultura, que ha optado por impulsar un modificado del proyecto de la presa de Gibralmedina, en el Guadiaro, entre Cádiz y Málaga, para aportar agua bruta constantemente desde allí a la Costa del Sol (15 hm3 anuales). Las últimas lluvias hacen que La Concepción, en la que se habían encendido todas las alarmas a principios de año, cuando se llegó a apenas 13 hm3 embalsados, presente un nivel de llenado de cerca del 75%.
Las proyecciones de datos para afrontar los meses de temporada alta reflejan que el pantano, entre Marbella e Istán, podría llegar a octubre, principios del año hidrológico, con unos 30 hm3, en la media histórica y dos niveles por encima de la sequía grave (nivel moderado). A esto ayudará decisivamente que a partir de este verano operará la primera fase de la ampliación de la desaladora de Marbella, que podrá dar hasta 1 hm3 al mes, que serán casi 2 en otoño.
En la Axarquía, en cambio, seguirán en nivel grave a pesar de que el embalse de La Viñuela ha triplicado su nivel en los últimos dos meses y almacena 31,60 hm3, prácticamente el doble que el año pasado por estas fechas. De hecho, la Axarquía dejará de recibir agua de Málaga capital durante los próximos meses.
De los pantanos del sistema Guadalhorce-Limonero, sólo el Conde de Guadalhorce se encuentra en mejor situación que el año pasado. Superan, eso sí, los 85 hm3, 14 por encima del umbral de sequía grave, punto al que todos los cálculos dan por hecho que se volverá después del verano si no llueve.
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