Benalmádena, el pueblo donde los miércoles se lee en finés y los martes en inglés y en francés

Ese fue el trabajo que comenzó a hacer Betty como voluntaria y estuvo haciéndolo durante 20 años de su vida, todos los días de lunes a viernes. Ella hacía el expurgo y también se encargaba de mantener viva la sección de libros extranjeros con los nuevos que iban llegando. Hace ya más de una década que Betty murió, no sin antes haber recibido la Medalla de Honor al Mérito Cultural del Ayuntamiento de Benalmádena. Pero antes de irse abrió un camino por el que avanzaron otros muchos. La figura de los voluntarios para alimentar, cuidar y mantener la sección de libros extranjeros de las bibliotecas de Benalmádena sigue siendo clave, aunque el Covid lo complicó un poco.

«Normalmente son personas mayores, con tiempo libre. Cuando llegó la pandemia tuvimos que cerrar las bibliotecas y dejaron de venir, después había miedo. Ahora estamos retomando esa figura, pero está siendo difícil. Algunos voluntarios se nos han quedado en el camino y otros también vuelven a sus países de origen cuando están ya muy mayores», explica Maite Ortigosa, coordinadora de la Red de Bibliotecas de Benalmádena.

El caso es que de uno de esos voluntarios surgió la idea de crear un club de lectura en inglés y así nació 'Read On!' en 2008. Y al calor de éste, en 2011 surgieron un club de lectura en francés y otro en finés. Hoy en día se conocen como Cercle de Lecture et de L'Historie y Minna Canth, en el caso finés. Todos ellos se reúnen siempre una vez al mes. Los angloparlantes el primer martes de cada mes, los franceses el tercero y los fineses el tercer miércoles.

«Hasta donde sabemos es poco habitual que vinculados a las bibliotecas públicas haya clubes de lectura en otros idiomas, al menos en los municipios cercanos de la Costa», reconoce la coordinadora de las bibliotecas de Benalmádena, quien le da gran valor a que todos ellos «están vivos», con asistentes fieles, ya que despiertan un interés considerable. En el caso del club de lectura fines, hay que recordar que en el municipio vecino, en Fuengirola, está una de las mayores colonias de esta población fuera de Finlandia.

Al contrario de lo que señalan los estereotipos, a los nórdicos de este club no solo les apasionan las novelas negras. En realidad les gusta reunirse en torno a libros y autores reconocidos de la literatura de su país, de todos los géneros. Este mes de octubre su lectura ha sido 'Sinun tähtesi täällä', que se traduce como 'Tu estrella aquí', escrita por Jenni Haukio, esposa del presidente de la República de Finlandia.

Y si llamativo es el número en otros idiomas, también lo es el número de clubes de lectura en español. Actualmente Benalmádena tiene cinco vinculados a la biblioteca de Arroyo de la Miel y tres a la de Manuel Altolaguirre, en Benalmádena Pueblo. Entre ellos hay oferta para prácticamente todos los tipos de intereses. Está el club 'Zenobia Camprubí', que se creó 2009. En 2011 se creó 'Encuentro con los clásicos'. Uno de los más recientes es el club de lectura de cómics 'Víctor Mora', que se inició en 2017. El club Felipe Orlando se reúne el primer miércoles de cada mes desde 2015 para comentar novelas contemporáneas de diferentes géneros.

Entre los que más éxito tienen está el club 'Aprende a leerte', creado en 2020, coordinado por una psicóloga y pensado para las personas interesadas en autoconocimiento y desarrollo personal. Este club tiene un grupo en la biblioteca de Arroyo de la Miel y otro en Benalmádena Pueblo ante el interés que despierta.

También en el pueblo está el club Maestra Ayala, que recibe el nombre de una querida y famosa maestra del municipio, y que es el único que se celebra en horario de mañana. Y el club Concha Méndez, en marcha desde 2010.

«En Benalmádena se lee y mucho y también gusta compartir esta afición», asegura Ortigosa, quien cifra en 632 las personas que a lo largo del año pasado participaron en alguno de los once clubes de lectura de este municipio.

Respecto al perfil de los participantes, «a todos les mueve la pasión por la lectura, hay más mujeres que hombres y excepto en el club de cómics, que hay más jóvenes, tienen de 30 para arriba. Muchas veces es gente que llega al municipio y que quiere conocer a otras personas, integrarse, hacer comunidad. La gente no viene a un club solo por la literatura, también por socializar y es cierto que llegan a crearse grandes amistades», asegura la coordinadora.