María del Mar Blanco: «La memoria es frágil, tenemos que contar a los jóvenes lo que pasó»

En el verano de 2008 la banda terrorista ETA sembró el desconcierto en la Costa del Sol con la colocación de tres artefactos explosivos, que si bien no causaron víctimas, sí obligaron al desalojo de playas y espacios públicos y sembraron el temor entre los residentes y la multitud de visitantes que, en pleno mes de agosto, pasaban sus vacaciones en la zona.

Uno de esos artefactos fue localizado en Benalmádena, en las inmediaciones de Puerto Marina. Y no es la única vinculación de esta tierra con el terrorismo de ETA, ya que también en los hoteles de la ciudad fueron localizados y detenidos miembros de la banda armada.

Estos episodios de la historia de local salieron a relucir este viernes durante la inauguración de un monolito en honor a las víctimas del terrorismo, encargado por el Ayuntamiento a la escultora Merche López Valvidia, autora de más de una obra dedicada a este mismo motivo en otros puntos del país y residente en Benalmádena. La escultura se ha ubicado en el parque de la Paloma, uno de los lugares con más tránsito de Benalmádena y en su inauguración participó la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, María del Mar Blanco, y la directora de la misma, Cristina Cuesta. Ambas estuvieron acompañadas por el alcalde de la ciudad, Juan Antonio Lara, entre otras muchas autoridades presentes.

Durante su discurso, María del Mar Blanco hizo mucho hincapié en la necesidad de contar a los jóvenes «la verdad de lo que hemos vivido y quiénes son las víctimas». Hizo un llamamiento «para que no olviden lo que pasó y quiénes fueron los responsables» y apuntó que «la memoria es frágil y desgraciadamente puede ser tergiversada».

Al hilo de esto, aseguró que «nos enfrentamos a un momento social y político muy duro, en el que se intenta pasar página, blanquear a los asesinos y sus cómplices, borrar la culpa, aislar a las víctimas y negociar con quienes no han condenado ni un solo crimen terrorista, todo lo contrario». Por ello, según dijo Blanco, iniciativas como el homenaje organizado en Benalmádena «son más que necesarias».

Tuvo palabras de recuerdo para quienes han sufrido la violencia de ETA en Andalucía, «de forma directa e indirecta» y puso en valor a «los andaluces que arriesgaron su vida e incluso la perdieron desplazándose al norte, a mi tierra, a luchar contra ETA».

«Nos negamos a esta operación de olvido e impunidad porque mi hermano y todas las víctimas forman parte de la memoria compartida de todos los españoles de bien, que creemos en la Constitución y en los principios de convivencia que la construyen», dijo y recordó que «las víctimas y sus familias hemos sufrido mucho, pero la victoria es nuestra porque hoy estamos aquí, dando la cara por los que no están».

Por último, el alcalde puso en valor el homenaje llevado a cabo en Benalmádena «basado en el recuerdo, la memoria y la dignidad». «Benalmádena va a mantener viva la memoria de quienes defendieron la libertad», aseguró y por ello, según dijo, se ha instalado el monolito en un lugar «bello, accesible y digno» porque «es lo que las víctimas se merecen».