«Agüita por encima» o cómo seguir disfrutando de la playa cuando el cuerpo ya no responde

A Mercedes la llaman la Duquesa. Si estás frente a ella no hace falta preguntar porqué. Su pelo perfectamente arreglado y los detalles de su vestimenta lo dejan claro. A sus 93 años Mercedes sigue manteniendo destellos de su belleza y no está dispuesta a descuidar su presencia, aunque su salida sea para ir a la playa. Mercedes camina con un andador o ayudada por otra persona porque su movilidad es reducida. «No puedo ir a ningún lado sola», cuenta y por eso espera con ganas la llegada del lunes por la mañana.

Para Mercedes el lunes es el mejor día de la semana. Es cuando la Agrupación de Voluntarios de Benalmádena llama a la puerta de su vivienda y la montan en un vehículo especial que va recogiendo a personas con discapacidad, residentes en el municipio, para llevarlos a todos a pasar la mañana en la playa. «Si no fuera por ellos sería imposible que yo pudiera venir aquí. Yo nací en Pedregalejo, soy acuática, me encanta la playa, me encanta el mar, si fuera por mi vendría tres o cuatro veces a la semana», cuenta.

María tiene 80 años y hasta hace no mucho era una mujer de lo más activa, entre otras cosas, formaba parte de un grupo de Arroyo de la Miel que cada día quedaba a las siete de la mañana para hacer una caminata y después darse un baño en el mar. Cuando se rompió la cadera, eso y otras muchas cosas se fueron al traste. Básicamente perdió su autonomía. A ella también la recogen cada lunes los voluntarios y la llevan a pasar un buen rato en la playa, en concreto en la zona de baño adaptado que existe en la playa de Malapesquera.

Allí hay unas instalaciones con sombra, mesas y sillas y con vehículos adaptados para entrar al agua, ayudados por el personal de socorrismo. Los miembros de la Agrupación de Voluntarios de Benalmádena lo que hacen es recoger a los beneficiarios de este programa en sus viviendas, montarlos en el vehículo adaptado, ayudarlos bajar de éste una vez que están en la playa y después, un poco de todo: desde charlar con ellos, echarles la crema solar para que no se quemen, ayudarles con las sandalias o incluso a los que no se atreven a meterse dentro del mar, acompañarlos a la orilla para sentarlos en una silla y echarles «agüita por encima», como dice Mercedes. Con una regadera, cogen agua del mar y los van refrescando.

Juan Díaz Zafra es el presidente de la agrupación de voluntarios, que lleva funcionando desde el año 2017. Explica que hasta el año pasado en el programa de la playa participaban en torno a una veintena de personas con movilidad reducida, la mayoría de ellos personas mayores, aunque el programa está abierto a cualquier edad. Este año la cifra se ha duplicado y tienen ya a 43 beneficiarios. Han ampliado la zona de acción y ya recogen también a residentes de Benalmádena Pueblo, que se suman a los de Arroyo de la Miel y Benalmádena Costa. Hasta ahora contaban con un vehículo para el traslado, que financia el Ayuntamiento, pero este año, son ya dos los vehículos con los que cuentan.

«Para ellos es la vida, esta es la única salida que hacen», explica Díaz, quien apunta que en invierno, en vez de ir a la playa tienen un programa de baile adaptado. «En la mayoría de los casos, el día que vamos a por ellos es el único día que salen en toda la semana, el único que hacen algo fuera de sus casas. Si nosotros les fallamos, no hacen otra cosa». Por eso el presidente hace un llamamiento para captar más voluntarios. Asegura que en la agrupación están apuntados cerca de cien, «pero la realidad es que a la hora de la verdad siempre somos los mismos y no más de diez o doce».

Por otro lado, el Ayuntamiento de Benalmádena anunció recientemente que el municipio contará con dos nuevas zonas de baño adaptado. A las que existen actualmente en Torrebermeja-Malapesquera y Los Maites-Arroyo de la Miel, se sumarán otras en la zona de Fuente de la Salud y en Carvajal. La idea que maneja el Ayuntamiento es que estos nuevos espacios estén habilitados a lo largo del verano y que con ellos se eviten desplazamientos innecesarios de una punta a otra del municipio.

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