La ampliación de la desaladora de Marbella recorta plazos: así funciona y este es el calendario

La contratista es Medio Ambiente, Residuos y Agua Marea. La segunda fase fue formalizada en marzo, por un importe de 3,42 millones de euros (IVA incluido). La primera fase tiene un presupuesto de 3,35 millones.

Si los plazos cuadran, la Costa del Sol iniciaría el siguiente año hidrológico en condiciones de máxima solvencia para afrontar la sequía. Ya, de hecho, las proyecciones indican que, si se mantiene el límite de 200 litros por habitante y día, podría encarar el mes de octubre con unos 30 hectómetros cúbicos en el pantano de La Concepción (21 si se eliminasen las restricciones). En ambos escenarios, la garantía extra de tener a pleno rendimiento esta planta, construida en 1997 y que opera desde 2005, es importante, pues puede suponer más del 20% de las necesidades anuales de la Costa, cifradas en más de 90 hm³.

La planta se diseñó para una capacidad teórica de 20 hm³ anuales y una capacidad real de 15. Pero las instalaciones fueron perdiendo prestancia hasta bajar a 6. La primera fase de obras tocará a su fin en julio al haberse producido algunos retrasos en los suministros. Al término supondrá subir a 12 hm³ anuales ya este verano. Eso asegura 1 hm³ al mes, que pasarán a ser 1,66 en octubre si no ocurren imprevistos.

La realidad es que en sus dos décadas casi de funcionamiento el año que mayor agua produjo fue el 2012, cuando desaló 10 hectómetros cúbicos. La media real ha estado siendo 5,5, dado que hay un mes en el que habitualmente se realiza una parada técnica. Un condicionante que hay que entender es que la producción máxima de la planta cuando terminen los trabajos será de 650 litros por segundo. Y la Costa pide hasta 3.500 en temporada alta, lo que también ha obligado a plantear un proyecto para ampliar la potabilizadora del Verde.

La planta no sólo va a recuperar su capacidad nominal con las obras, también se va a dar solución a un problema recurrente que crea verdaderos quebraderos de cabeza a los técnicos de Acosol y que se está produciendo también desde hace algunos. El agua desalada se mezcla en una tubería en alta con el agua bruta que viene del pantano y, desde ahí, se envía a la potabilizadora del Verde. Cuando el agua del embalse viene con altas concentraciones de materia orgánica (hojas, tierra…), se produce una reacción química con el agua desalada que genera trihalometanos, unas sustancias volátiles que si superan unas cantidades establecidas son potencialmente cancerígenas. El control de estos elementos es a tiempo real, por lo que no hay ningún riesgo para la salud, pero sí obliga a ajustes y paradas parciales de la planta desaladora para tener una mayor disolución. Esta fue la motivación para activar un proyecto por parte de la consultora Narval y la primera fase de las obras, que ahora se acomete. La turbidez del agua marina es otro factor a tener en cuenta y que puede distorsionar el proceso de desalación.

El coste de la desalación es de aproximadamente 1,50 euros por metro cúbico, cifra muy superior al de las reservas de embalse, cuyo canon de regulación de 0,015 euros el m3.

La captación del agua de mar de la planta se sitúa en la desembocadura del río Verde, a 2,5 kilómetros de la desaladora y junto a la playa de poniente de Puerto Banús. La planta de tratamiento está en la carretera de Istán, muy cerca de la mencionada ETAP, cuyo proyecto de ampliación acaba de ser entregado por Acosol a la Junta (30 millones de inversión para tratar el agua equivalente a 2 millones de habitantes).

No es la primera vez que la desaladora, construida en tiempos de Jesús Gil y sumida en polémicas y litigios judiciales, es sometida a obras. Entre los años 2007 y 2011 se realizaron obras de emergencia para mejorar el sistema del filtrado y postratamiento (remineralización y cloración).

La superficie total construida en la planta desaladora es de 4.420 m2 sobre un terreno de 19.448 m2. El valor de tasación de la planta es de 40 millones euros, de los que 8 millones de euros sería de obra civil y el resto es el valor de la maquinaria y las instalaciones. Es propiedad de Acuamed (Gobierno central), aunque explotada por Acosol.

Al término de las obras, la planta producirá 56.000 metros cúbicos diarios a partir de la captación de 124.445 de agua de mar. El resto, como suele ser habitual en estas instalaciones, son rechazos de salmueras. Estas se devuelven al mar a 350 metros de la línea de playa y 7 metros de profundidad a través de un emisario. La salida del vertido se efectúa con ocho difusores que protege de afecciones al entorno marino. Las características de la zona de vertido son a base de arenas finas, gravas y cantos rodados en profundidad y, según los datos técnicos de Acosol, no existen praderas de posidonia ni especies marinas que se pudieran sentir afectadas por la salinidad del vertido.

El agua bruta se capta a 500 metros de la franja costera y primero es absorbida por cuatro bombas que la llevan a una cántara, luego a un tanque de almacenamiento y luego, a través de un sistema de bombeo intermedio, es enviada hasta las mencionadas instalaciones.

Las fuentes reconocen la dificultad de compaginar los trabajos de recambio con una instalación puesta al límite debido a los problemas de sequía. Este año no se ha hecho, por ejemplo, la parada que todos los años suele hacerse durante un mes para mantenimiento.

Una vez que terminen estos trabajos, no caben más ampliaciones, por lo que desde Acosol y la Junta de Andalucía ya se está trabajando en una segunda desaladora para la Costa que ocupe el lugar en la planificación que de la que en su día el Gobierno central llegó a adjudicar a Sacyr, entre Mijas y Fuengirola, con una capacidad para unos 25 hm³ año.

Una segunda desaladora daría una tranquilidad extra a la Costa, que ahora, debido a los escasos 57 hm³ máximos de llenado en La Concepción, nunca puede ser superior a 7 u 8 meses. En todo caso, las proyecciones de los técnicos apuntan a que los 11 municipios situados entre Torremolinos y Manilva iniciarán el próximo año hidrológico fuera en sequía moderada, con lo que habrían saltado 'dos escalones' sobre el nivel grave.

Se da la circunstancia de que este verano, Estepona también comenzará a producir agua desalada, primero de pozos salobres y, después, a partir de agua de mar. La concesionaria de agua en baja, Hidralia, ya ha encargado ambas plantas portátiles y contenerizadas, que están fabricándose. Así, desde los sondeos del Padrón se podrán obtener 2.000 metros cúbicos al día y, desde el mar, 8.000 en una primera fase.