La ampliación de la desaladora de Marbella está casi lista y Acosol lanza un megacontrato para ahorrar energía

Fuentes de Acosol cifran en un 78% el grado de ejecución de las obras autonómicas para que la planta desale hasta 20 hectómetros cúbicos de agua de mar al año. Eso supone un colchón importante para el suministro entre Torremolinos y Manilva, ya que asegura en torno al 22% del consumo, que se completa con otro 10% de agua de pozos (Guadalmansa y Fuengirola) y con los recursos extraordinarios de cada municipio además de por supuesto, como elemento central, el embalse de La Concepción.

«Para alcanzar los ahorros energéticos se realizará una mejora energética del sistema de bombeo captación de agua de mar, bombeo intermedio en el pretratamiento, bombeo de agua de producto y en el sistema de bombeo de alta presión a través de recuperadores de energía tipo cámara isobárica. Todo ello contribuirá a reducir el consumo eléctrico total para producir agua desalada», resume el pliego de condiciones, publicado a través del Diario Oficial de la Unión Europea.

Es un proyecto financiado por el canon de mejora de infraestructuras hidráulicas en el ámbito territorial de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, pero añade más de 3 millones de euros de la Agencia Andaluza de la Energía y posibilidad de captar fondos comunitarios.

El contratista deberá redactar el proyecto y ejecutar posteriormente las obras de una operación que es esencial para una operativa en la que se trabaja con potentes bombeos y altas presiones y en el que el gasto energético es una de las principales variables de mantenimiento. Es más, las puntas de necesidad eléctrica de la desaladora han provocado en algunas ocasiones cortes en el entorno cercano.

«El objetivo de eficiencia energética global o de promedio anual, teniendo en cuenta la producción anual de referencia y los datos de partida aportados, tiene que ser como mínimo de 1,40 kwh/m3», prosigue el pliego técnico, que marca muy bien las necesidades de programar las obras de modo que condicionen lo menos posible el día a día de la explotación de la desaladora. El proyecto final deberá ser supervisado por el Gobierno central, propietario de la planta. Además, la eficiencia energética era una de las bases del convenio firmado por Mancomunidad y Acuamed en 2006.

La mera redacción del proyecto se cifra en 198.500 euros, IVA excluido. El resto y montante principal, 8,1 millones, es para la obra. Con el IVA incluido, toda la operación superará los 10 millones de euros.

La planta se diseñó inicialmente para poder operar con 8 bastidores de manera simultánea y operar en unas condiciones de muy baja flexibilidad [...] Por tanto, con este diseño, la planta no tiene flexibilidad suficiente para los diferentes regímenes de funcionamiento que, actualmente, se dan en la planta o se vayan a dar en el futuro, lo que provoca que la desaladora sea ineficiente desde el punto de vista energético, en comparación con plantas desaladoras de reciente construcción y de capacidad similar«, incide el pliego, que explica también la sinergia que se va a crear entre un nuevo sistema eléctrico y los bastidores, filtros y componentes de última generación que se están instalando en la planta. A esto, hay que añadir nuevos sistemas de recuperación de la energía, mucho más avanzados que los que había en los 90.

Por sintetizar mucho, se va a intervenir energéticamente en el sistema de bombeo de agua de mar; en el bombeo que comunica con la potabilizadora del Verde; se van a remodelar los trenes de alta presión con nuevos recuperadores de energía; se va a adecuar el sistema de limpieza química; construir nuevos sistemas eléctricos, y también se va a adaptar el sistema de control.

La planta está actualmente equipada con 8 bastidores de membranas de ósmosis inversa de arrollamiento en espiral con una capacidad de producción de 7.200 m3/día cada una de ellas, que operan con una conversión del 47% (contando con la expulsión de salmueras) y una producción máxima de 57.600 m3/día: los reseñados 20 hm3 al año.

Por su parte, las obras de modernización y recuperación de la capacidad se han desarrollado en dos fases, por un importe superior a los 7 millones de euros. En paralelo, se ha ido probando la planta. Y de momento la sal del agua obtenida se ha reducido a la mitad.

Después de los análisis de una de las líneas con bastidores nuevos, se obtuvieron datos muy positivos de mejora en la calidad del agua desalada, ya que la conductividad (sal) se ha reducido a la mitad: está en 320 microsiemens/cm.