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Jason Godwin explica el proceso de elaboración del chocolate a turistas durante un taller.
Jason y la fábrica de chocolate (en Mijas)

Jason y la fábrica de chocolate (en Mijas)

Miel de Mijas, aceites esenciales de Pizarra, frutas de Coín y Alhaurín y vino dulce de Málaga, entre los ingredientes para darle otros sabores

Miguel Gámez

Lunes, 5 de septiembre 2016, 00:54

La empresa Mayan Monkey Mijas, constituida por el matrimonio formado por el inglés Jason Godwin y la irlandesa Eli McCarthy en 2012, es una referencia a nivel andaluz por sus chocolates de autor y sus talleres amateurs, únicos en España y que se reservan a través de la web. También cuentan con una página de Facebook, que es muy activa.

Comenzaron con un local pequeño, pero desde 2014 disponen de 180 metros en la sede principal, sita en la Plaza Virgen de la Peña, el corazón de Mijas Pueblo. Allí, además de la fábrica, hay un mini museo, una cafetería y una tienda, mientras que en el otro emplazamiento, en la Plaza de la Constitución, tienen la tienda de helados. Su marca registrada es Happiness Laboratory, el Laboratorio de la Felicidad. «La idea es ser feliz trabajando para hacer feliz a los demás», expresa Ana Martín, responsable de Marketing.

El cacao lo importan de 16 países y adquieren productos autóctonos de la provincia de Málaga para darles otros sabores, tales como frutas de Coín y Alhaurín el Grande, vino dulce de Málaga, miel de Mijas, aceites esenciales ecológicos de Pizarra, etc. Seleccionan cacao de fuentes sostenibles, trazables y ecológicas. Tienen chocolate para celíacos (brownie sin gluten), diabéticos, veganos y alérgicos a la lactosa. Cuidan mucho la materia prima. Una receta estrella es el chocolate Cádiz 1544, recreación del primer chocolate elaborado en Europa, del que hicieron un reportaje en la BBC. También han sido filmados por MTV y la Televisión de Noruega.

Jason Godwin explica por qué le puso el nombre de Mayan Monkey al negocio. «Los mayas fueron los primeros amantes del chocolate, hasta el punto de que en su libro de religión se dice que el hombre no robó la manzana, sino el cacao. Pero antes aún fue el mono quién comió chocolate. Los monos son adictivos».

Godwin narra el proceso de elaboración desde que se saca de cada mazorca el medio centenar de habas de cacao necesarias para una tableta de chocolate negro o para siete de chocolate con leche. «Las habas son amargas. Dentro de cada una hay manteca de cacao y polvo de cacao. Compramos las habas ya tostadas y machacadas de una fábrica que se encuentra en Amsterdam. Para hacer el chocolate hace falta el 70 por ciento de las habas y el 30 por ciento de azúcar moreno», comenta con una amplia sonrisa.

La mitad de la actividad consiste en los talleres de cómo se elabora el chocolate. En invierno, van dirigidos, sobre todo, a colegios e institutos, mientras que en verano los participantes son especialmente los turistas. En Mayan Monkey, además de los tres tipos de talleres (exprés, que dura 10 minutos; del chocolatero, una hora; y especializados ( a gusto del consumidor), pueden hacerse cumpleaños, despedidas de soltero, fiestas sorpresa, reuniones de empresa, etc.

Tanto Godwin como McCarthy están concienciados contra la explotación infantil, por lo que han dejado de importar chocolate del país africano Costa de Marfil, «donde explotan a los niños y solo pagan al granjero 55 céntimos al día (el sueldo medio suele ser de 8 o 9 dólares diarios), según nos confirmaron en la conferencia a la que asistimos el pasado enero en Amsterdam», expresa Godwin. Mayan Monkey Mijas tiene, en total, 25 trabajadores de mayo a octubre (13 durante el resto del año) entre las dos tiendas.

Almudena Calzada, madrileña, lleva tan solo dos meses y medio trabajando en Mayan Monkey Mijas. «Es un trabajo especial, porque siempre huele bien, la gente que viene es fan del chocolate y les haces felices. Es una actividad entretenida», señala convencida.

En este laboratorio de la felicidad da gusto ver la cara feliz de los pequeños, quienes disponen de más de 20 ingredientes para decorar sus tabletas: pipas de girasol o de calabaza peladas, kiwi, piña, aloe vera, bayas de goji, cereales, almendras, crocanti, avellana, manzana, papaya, fresa, cacahuetes, frutas deshidratadas, caramelo, chocolate blanco o negro, etc.

En la fábrica de chocolate de Mijas resulta clave hablar al menos dos idiomas para ser contratado. Georgia Christian, española de padre inglés y madre alemana, está «encantada con la idea. Ayudamos a la gente de Sudamérica o de África del Este al comprarles el cacao». Mayan Monkey espera expandir el negocio y abrir una franquicia en Nerja en 2017 pero, sobre todo, seguir haciendo felices a los amantes del chocolate que visiten la fábrica de Mijas.

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