TIEMPO DE PREPARACIÓN
45 minutos para la felicidad
NIVEL DE DIFICULTAD
Medio-bajo, lo más difícil que vas a tener que hacer es pelar los langostinos y picar la verdura
un proyecto para
Paella de marisco, la mejor receta para un fin de semana de confinamiento
Puedes aprovechar lo que tienes en la nevera y marcarte una exquisita comida con el arroz como protagonista
Prado CamposQue el confinamiento se ha convertido en la excusa perfecta para cultivar el noble (y exquisto) arte de la cocina es prácticamente una obviedad a estas alturas. La cuarentena ha supuesto una vuelta a los fogones, nos ha dado un extra de arrojo para atrevernos con platos que nos parecían imposibles y se ha convertido en la excusa perfecta para recuperar esas recetas con sabor a domingo en familia y a comidas de largas sobremesa con amigos. Y, no podemos negarlo, la paella de marisco cumple con esos requisitos.
Tan mediterránea como nutritiva, tan deliciosa como saludable, tan tradicional como evocadora de las comidas en casa de padres y abuelos como de los días de playa y relax, la paella de marisco es un plato perfecto para sentirse bien (en cuerpo y alma) en un fin de semana de confinamiento. Además, es rica en fibra, vitaminas, minerales, es perfecta para llevar una dieta equilibrada y auténtica real food.
Si eres un especialista en paella o si nunca te has atrevido, no desesperes porque no es difícil. Puedes hacer esta receta tuya y optar por una paella de aprovechamiento con todo lo que tengas por la nevera o darte un capricho y comprar un buen marisco y seguirla al pie de la letra. Lo único que tienes que tener claro es que la clave son sus ingredientes naturales: verduras, pescado y, por supuesto, arroz. Y aquí llegan las dudas de muchos: ¿qué tipo de arroz? ¿Cuánto tengo que echar? ¿Cómo hacer para que no se pase? ¡Tranquilos! Por suerte tenemos arroces como Brillante Sabroz, una variedad exclusiva de arroz 100% natural, con todas las vitaminas y minerales del grano, que además absorbe todo el sabor como el arroz bomba y siempre queda en su punto. Es más, puedes preparar tu paella unas horas antes, hacer esa videollamada de aperitivo dominguero y seguirá estando como recién hecha cuando te sientes a la mesa. ¿Empezamos?
INGREDIENTES
De cuatro a seis raciones
400 gr de arroz Brillante Sabroz
2 cebollas
2 tomates grandes
1 pimiento rojo grande
100 gr de pimiento rojo asado
200 gr de mejillones
200 gr de almejas
200 gr de sepia
200 gr de langostinos
Ajo
Azafrán
Aceite de oliva
Sal
ELABORACIÓN
¡Manos a la obra! Lo primero que hay que hacer es pelar casi todos los langostinos y reservar las cáscaras para hacer el caldo o fumet. Eso sí, deja algunos enteros para decorar al final. Coge las peladuras y cabezas y rehógalas en un poco de aceite durante un minuto y cubre con agua para cocerlas durante 15 minutos.
Mientras tanto ve limpiando los mejillones y las almejas. Hiérvelos por separado y reserva el líquido colado para añadirlo al caldo que has hecho con los langostino.
Vamos a por la verdura. Corta la cebolla y el pimiento rojo muy finos. Ralla el ajo, pela el tomate y rállalo también. Aprovecha el momento y corta también la sepia en daditos no muy grandes.
Ha llegado el momento de poner la paella en el fuego con aceite. Añade el ajo y la cebolla y rehoga hasta que se doren. Después, añade el pimiento rojo y cocínalo dos minutos e incorpora el tomate. Lo último de este paso es echar la sepia y cocinarla durante unos cuatro minutos.
Ahora es el turno del arroz. Añádelo y cúbrelo con dos partes y media del caldo que has preparado antes con el marisco por cada una de arroz. Un truco: mantén el resto del caldo caliente por si el arroz te pide más líquido. Agrega también unas hebras de azafrán y sal. Cuando rompa a hervir, baja a fuego medio y cocina durante unos 18 minutos.
Cocínalo 18 minutos
Cinco minutos antes de que termine el arroz, empezamos a decorar. Pon las almejas, los mejillones, los langostinos y las tiras de pimiento rojo asado.
Cuando ya está hecha la paella, un último detalle para darle ese punto inconfundible: apaga el fuego y déjala reposar durante cinco minutos. Después, emplata y ¡a gozar!