Vélez-Málaga propone a la Junta reducir el ámbito de protección del casco histórico para revitalizarlo

La idea inicial de este texto era agilizar y dinamizar las licencias de obras y actuaciones de rehabilitación de edificios en esta zona tan señera de la ciudad. Sin embargo, con la perspectiva de estos 15 años, parece que los objetivos no se han cumplido y más bien se ha producido un efecto contrario. Así, al menos, lo vienen advirtiendo técnicos y arquitectos, que destacan «la rigidez y falta de dinamismo» de este documento técnico, del que se han hecho algunas ligeras modificaciones en este tiempo.

Ante este panorama, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento, de PSOE y GIPMTM, aprobó este lunes instar a la consejería competente de la Junta de Andalucía a que se proceda a la reducción del ámbito de actuación del PEPRI, limitándolo exclusivamente a los entornos de los diferentes Bien de Interés Cultural (BIC), y no de forma generalizada a toda la zona, y a que desde la delegación provincial correspondiente se proceda a la declaración de ruina técnica o económica de las edificaciones que así lo requieran. Así, la propuesta municipal pasa por sacar del ámbito de protección a alrededor de 400 edificaciones del centro histórico.

La propuesta ha sido realizada por el arquitecto que elaboró el PEPRI, Salvador Ruiz. Moreno Ferrer explicó en un comunicado que «un PEPRI que se ideó como una solución para el centro histórico, a la larga ha demostrado ser un lastre para el desarrollo de la zona y está propiciando una tremenda despoblación ante las dificultades burocrático-administrativas que representa cualquier actuación a realizar en el ámbito que ocupa; además de ser una herramienta poco efectiva y tremendamente tediosa para los vecinos dados los trámites burocráticos por los que deben pasar propietarios de viviendas y solares a la hora de conseguir los diferentes permisos necesarios para practicar una rehabilitación u obra nueva dentro de esa zona».

Asimismo, el regidor veleño destacó que «una grave consecuencia de las dificultades que supone la falta de agilidad en la aplicación del PEPRI es la existencia, hoy día, de un gran número de construcciones que presentan un lamentable estado de abandono, con un considerable riesgo de derrumbe o desprendimientos que podría acarrear consecuencias nefastas, y que suponen multitud de quejas y protestas por parte de los vecinos».