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Eugenio Cabezas
Lunes, 26 de abril 2021, 10:17
El profesor de Historia Valentín Fernández tiene en el cortijo familiar su primer recuerdo de Sayalonga. «El pueblo se quedaba vacío en la temporada de las pasas, somos tres hermanos y ya colaborábamos, hacíamos unos paseros a escala, secábamos las uvas y también las ... pisábamos, imitando a nuestros padres«, relata este docente. Allí estaban hasta el 7 de octubre, el día de la patrona. »Nos sentábamos al fresquito, se ve Lagos y el mar, era el momento de los cuentos, de las historias de mis antepasados«, detalla.
Esto le llevó a interesarse por el pasado. «Hoy en día se han perdido los relatos orales, por los móviles y las nuevas tecnologías», se queja. Si tiene que elegir un sitio favorito, se queda, «sin duda», con el famoso 'cementerio redondo', que él matiza llamándolo «octogonal». «Es un monumento único en España, he tenido la suerte de poder enseñarlo a muchísimas personas, de poder estudiarlo, la forma es debida a la masonería, ya que tiene muchos símbolos masones«, describe.
A su juicio, Sayalonga es «la joya desconocida» de Málaga. «Tiene un río con mucha agua y hay rutas de senderismo muy interesantes, como la que va de Sayalonga a Corumbela», detalla. «Recomiendo visitar el Museo Morisco y ver la puesta de sol desde el cementerio octogonal«, continúa. A Fernández, lo que más le gusta es que cualquiera que viene de fuera »se va a sentir muy bien recibido«.
Si tiene que criticar algo, este especialista cree que «no se ha cuidado mucho» la estética de las fachadas del casco histórico, permitiendo azulejos, a diferencia de lo que se ha hecho, por ejemplo, en Frigiliana.
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