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Aunque han pasado más de 2.800 años desde que los griegos inventaron las primeras monedas, el trueque no ha dejado de ser una práctica habitual entre los seres humanos, especialmente en tiempos de crisis económica y dificultades como los actuales, derivados de la pandemia ... del coronavirus. Si en la Prehistoria los intercambios de objetos y alimentos se hacían en los espacios públicos, hoy en día internet se ha convertido en el gran aliado para promoverlos.
Esto es lo que pensaron dos vecinos y amigos de Vélez-Málaga, Andrés García y Jezabel López, que hace apenas tres meses crearon el grupo público 'Trueque Vélez y comarca' en la conocida red social. En este tiempo han conseguido un éxito que no se esperaban: más de 21.400 miembros y sumando nuevos cada día, más de 81.000 artículos ofertados y 2.500 intercambios completados.
El lema principal que les empujó a crear este punto de encuentro para promover el trueque entre los vecinos de Vélez-Málaga y la comarca oriental es 'Vaciamos tu trastero y llenamos tu despensa'. «Todos tenemos en casa armarios llenos de ropa que en su inmensa mayoría no nos ponemos, cocheras y trasteros repletos de objetos que ya no usamos, y que si intentamos vender nos va a costar mucho, y más ahora como están las cosas«, apunta García, que trabaja como gestor administrativo.
Entre 2015 y 2019 fue cargo de confianza en el Ayuntamiento veleño en el Área de Medio Ambiente, encargándose de la retirada de muebles y enseres de las calles. «Es una idea que me venía rondando ya desde entonces, porque me di cuenta de la gran cantidad de cosas que tira la gente a la basura y que tienen valor, porque están en buen estado«, sostiene.
Sin embargo, fue la iniciativa de su amiga Jezabel la que terminó de convencerlo. «En mi pueblo natal, Villa del Río, en Córdoba, lo creó una prima mía hace ya unos años y funciona muy bien, por eso sabía que la respuesta iba a ser buena, y lo que hemos conseguido hasta ahora no es nada comparado con lo que va a venir«, apunta López, que trabaja como 'médium'.
«Lamentablemente las cosas se van a poner bastante mal con esto de la crisis del Covid-19, por lo que pienso que tenemos que ayudar a la gente a sobrevivir a lo que se nos viene encima», argumenta López, quien cree que es «muy importante» educar y compartir lo que uno tiene, «meterse en los zapatos de otras personas». Así, en estos meses ella ha completado una decena de trueques, principalmente de juguetes y ropa por herramientas y comida. «Si tengo en mi armario vestidos que ya no me pongo o juguetes de los nietos que ya no usan, ¿qué mejor que intercambiarlos por algo que sí necesite?», se pregunta la coimpulsora de la iniciativa de los trueques.
Por su parte, Andrés García destaca que el éxito de la página está haciendo que «nos copien» en otros muchos pueblos y ciudades de España. Así, están recibiendo mensajes para compartir sus normas y principios básicos. «Lo estamos facilitando con mucho gusto, para nosotros es un orgullo que la gente nos siga y quiera poner en marcha otros grupos de trueque, con esto no ganamos nada de dinero ni pretendemos hacerlo«, dice.
No en vano, el dinero es uno de los mandamientos que está totalmente prohibido en la página. «Tenemos un equipo de rastreadores, gente que revisa los mensajes, y en el momento en que alguien ofrece dinero por algo se le bloquea», destaca. Tampoco se permite el intercambio de animales, de bebidas alcohólicas «ni de productos nocivos para la salud». «Por ahora, toda la gente que está participando en los trueques está respetando las normas y no hemos tenido ningún problema», explica García. Así, una vez que un usuario publica la foto de lo que quiere intercambiar, comienza la puja, hasta que la persona ofertante da su conformidad. A partir de ahí, se les pide que publiquen una foto con el trueque realizado, para darle transparencia y evitar que haya suspicacias ni malos entendidos.
María Asunción Espejo, una vecina de la capital axárquica de 33 años, es una de las miembros más activas del grupo. Ha completado ya una treintena de intercambios, principalmente de ropa y menaje del hogar por productos de limpieza, aceite de oliva, latas de atún, huevos y hortalizas. «Por suerte tanto mi marido como yo tenemos trabajo, pero nos parece una forma muy original de deshacernos de lo que no necesitas y está ocupando espacio en casa«, sostiene.
Aunque el grueso de los intercambios han sido de artículos del hogar y comida, también se han cerrado operaciones inmobiliarias, de casas, cocheras y locales, y de vehículos, como coches y motos. Entre las anécdotas, el grupo de Facebook ha servido para buscarle nuevo dueño a uno de los objetos sexuales más demandamos en los últimos años, el conocido vibrador 'Satisfyer'. Tres de estos artilugios se han intercambiado. «No quisieron hacerse foto», bromea García. Para Navidad han organizado el sorteo de una 'cesta de trueques'. Los interesados consiguen dos participaciones por cada uno de los los artículos que dan.
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