La malagueña Mayte Sánchez, de 45 años, en su obrador. E. CABEZAS

Un templo del chocolate en el corazón de la Axarquía

La malagueña Mayte Sánchez abre en Benajarafe el primer obrador artesanal de la provincia con materia prima de Sudamérica

Sábado, 25 de julio 2020, 23:29

Mayte Sánchez trabajó como comercial de productos artesanales, como la miel y el chocolate. Gran aficionada a este último manjar, tras un tiempo formándose como maestra chocolatera, el pasado noviembre abrió en Benajarafe el primer obrador de este producto con la filosofía 'Bean to bar'.

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Este término hace referencia a los elaboradores de chocolate que compran la materia prima, las semillas de cacao, en los países de origen, limitando el número de intermediarios y tratando de que las condiciones laborales de los productores sean dignas. «El mercado del chocolate está repleto de abusos, explotación infantil y bajos precios», explica Sánchez, de 45 años, creadora de Maychoco.

Gran conocedora de la historia del cacao, describe como las primeras vainas de este fruto llegaron a España de la mano de Hernán Cortés, a partir de 1528, después de que Cristóbal Colón ya las conociera en sus primeros viajes al Nuevo Continente. La bebida «divina» para los mayas y aztecas, se fue abriendo paso en Europa hasta convertirse en un indispensable en la dieta.

«Los chocolates industriales no tienen nada que ver con los artesanales, donde se realiza el proceso completo, desde que se tuestan las semillas hasta que se extrae el cacao y se elabora, mezclándolo con azúcar», cuenta Sánchez. El confinamiento por la pandemia del coronavirus no ha frenado el proyecto empresarial de esta malagueña, que ha seguido innovando y creando nuevos productos.

Diez presentaciones

Así, cuenta ya con una decena de presentaciones, que incluyen chocolates con aceite de oliva de Finca La Torre de Antequera, con leche de almendras de Almendrera del Sur, con nísperos de Sayalonga, sal de Cádiz o su último éxito, mangos de la Axarquía deshidratados bañados en chocolate. Con este producto ha conseguido una medalla de bronce en los premios International Chocolate Awards. Debido a la situación, la ceremonia tuvo lugar a través de la plataforma Zoom, aunque le ha valido el pase al campeonato mundial.

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La materia prima que compra procede, casi toda, de Perú. Hasta el momento, ha elaborado unos 300 kilos de chocolate, que comercializa a través de internet, directamente en su obrador o en tiendas especializadas de la provincia. El precio de cada tableta, de 50 gramos, oscila entre 4 y 5 euros, «más del doble que un chocolate comercial, pero es que mis chocolates tienen unas notas de cata que no encuentras en ningún otro», dice.

En las sesiones de cata que ofrece, los participantes pueden identificar las notas de madera, hojas de tabaco, mieles o frutas, en función del tueste, la maduración y el porcentaje de cacao que lleve cada elaboración del chocolate. «Éste es un mundo muy amplio, como ocurre con el vino o con el café«, destaca Sánchez, quien recuerda que en Málaga llegó a haber una fábrica de chocolate muy importante hasta principios de los años setenta del pasado siglo, La Riojana.

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«Actualmente seremos apenas una decena los maestros artesanos chocolateros en España que estamos dentro del movimiento mundial 'Bean to bar'», dice la emprendedora, quien cree que «todo el mundo tendría que probar los chocolates artesanos y conocer las diferencias«.

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