'Silencio, se cría': colocan carteles para proteger a la fauna del humedal de la desembocadura del río Vélez

Así lo vienen advirtiendo en los últimos años colectivos ecologistas y animalistas. Un grupo de ellos, junto a vecinos de la Axarquía concienciados con la importancia de la protección del medio ambiente, han decidido tomar la iniciativa e instalar una serie de carteles informativos advirtiendo a los visitantes y senderistas de la fragilidad del entorno y el periodo de cría en el que están las especies de aves que la habitan, especialmente tras las abundantes lluvias de la pasada Semana Santa, que han transformado por completo el paisaje de este entorno de la desembocadura del río veleño.

Así, con mensajes como 'Silencio, se cría' y 'Estamos criando ayúdanos', en español e inglés, los impulsores de la campaña informativa acudieron este pasado domingo para poner los carteles en la desembocadura del río Vélez, con la intención de concienciar sobre la conservación de este espacio. A esta iniciativa surgida de Hugo Salvador, de Birdwatching Axarquía, se apuntaron también algunos compañeros del grupo de de Emergencia Climática Axarquía y de Amigos de la Desembocadura del río Vélez. También acudieron residentes extranjeros, interesados por esta actividad, provenientes de Torrox y Nerja.

En los carteles, fabricados con las tapas de las cajas de fresas, quieren destacar que nos encontramos en época de reproducción de las aves y ahora mismo es especialmente sensible el humedal a las molestias de personas y perros así como del ruido, solicitando por ello silencio y respeto a la fauna de la zona. Desde Birdwatching Axarquía han dado las gracias a Diana, Noelia, Paloma, Jesús, Manfred, Richard, Víctor, Steve y Rosie por su participación en la iniciativa. «Gracias por su arte y, sobre todo, por su compromiso con un lugar tan maravilloso y especial como es éste», han apostillado en sus redes sociales.

A pesar de estar embalsado, y de tener numerosas tomas para riego, el tramo final del río Vélez tiene encharcamientos continuos que aportan un elevado valor para la observación de aves, principalmente teniendo en cuenta las reducidas dimensiones del espacio. Según destacan desde la Diputación, «en la zona es posible observar, principalmente, especies ligadas al medio acuático y su número dependerá del momento del año en el que nos encontremos, siendo los periodos de migración los que nos podrán deparar verdaderas sorpresas».

Es posible observar en este enclave diferentes especies de patos, zampullines, pardelas, cormoranes, garzas, desde el pequeño avetorillo hasta la garza imperial, flamencos, rapaces, polluelas, fochas y gallinetas, págalos, diferentes especies de gaviotas, chotacabras, vencejos, abubilla, abejaruco, carraca y una gran cantidad de paseriformes. «Mención aparte merecen las aves limícolas, generalmente vinculadas a las zonas húmedas y conocidas por sus largas migraciones, ya que la desembocadura del río Vélez es, posiblemente, el mejor lugar de la provincia para su observación. Durante algunos periodos de otoño o primavera pueden darse cita en la zona hasta cerca de 20 especies distintas» , apostillan desde la institución provincial.

De entre los paseriformes podrían destacarse el avión zapador durante la época de cría, en números reducidos, el carricerín real algunos inviernos, el pájaro moscón, que ha llegado a reproducirse en la zona, y la lavandera boyera como reproductora y, ocasionalmente invernante. Además, la presencia de cultivos a ambos márgenes del río aumenta de manera notable el número de especies a observar, incluido el mochuelo. En definitiva, las aves a observar son de cultivos, marinas, de ríos, de riberas y de zonas húmedas.