La Junta sólo contempla recuperar el riego en la Axarquía si llueve la mitad de lo habitual en un año

Ante este panorama, este martes está previsto que se celebre el comité de gestión de los sistemas de explotación de la provincia. En el caso de la comarca oriental, el director de explotación, Francisco López, ha elaborado tres hipótesis de cómo puede ir el nuevo año hidrológico. Únicamente en una de ellas contemplan restablecer la dotación de 1.500 metros cúbicos por hectárea y año para el regadío. Para ello, estiman que tienen que caer, al menos, el 50% de las lluvias de la media histórica de los últimos 15 años, es decir, 215 litros en la cuenca del embalse viñolero.

En este escenario, se prevé que se podrían aportar de nuevo 11,4 hectómetros desde el embalse a los regantes, que en las 56 tomas se quedarían en 9,4, una cifra idéntica a la que recibieron el pasado año. En cuanto al abastecimiento humano, se situaría en 193 litros por habitante y año, hasta sumar 16,7 hectómetros cúbicos, de los que diez se extraerían del embalse viñolero y el resto procederían de los trasvases desde la capital malagueña (cuatro) y el río Chíllar de Nerja (2,9).

A este respecto cabe aclarar que el pasado año hidrológico se cerró con un consumo medio por habitante para la población de los 14 municipios que se abastecen de La Viñuela, 208.260 personas, de 228 litros por habitante y día, lo que supone 28 litros por encima del tope fijado por la Administración regional en los decretos de sequía. En cuanto a los pozos del río nerjeño, se pretende que comiencen a trasvasar agua al sistema de abastecimiento antes de que finalice este mes de noviembre.

En los otros dos escenarios que plantea el informe se descarta reanudar el suministro de agua al campo axárquico, ya que en el primer caso, se darían tan sólo un 25% de las precipitaciones medias, con unos 100 litros por metro cuadrado. En este caso, el abastecimiento se mantendría en los 193 litros por habitante y año. La tercera hipótesis es la de un año hidrológico similar al peor que ha registrado hasta ahora el embalse, el de 2007/2008, cuando la presa únicamente recibió 13,18 hectómetros. En este caso el informe técnico plantea que «deben extremarse las medidas de racionalización y ajuste máximo de consumos por el uso del abastecimiento urbano hasta los 160 litros por habitante y día».

Como conclusión, el director de explotación asegura en su informe que «se precisa un cambio de tendencia en el ciclo seco para vislumbrar una mejora sustancial de la situación de embalse, aparte de que en años normales se deba recurrir cada vez más a los recursos no convencionales generados por aquellos usuarios que puedan hacerlo por causa de ubicación e infraestructura».

En este sentido, López alude al uso de las aguas residuales tratadas y regeneradas en las depuradoras de Vélez-Málaga, Torrox, Algarrobo y Rincón de la Victoria y, más adelante, desde la prevista en el Peñón del Cuervo, así como, en su caso, con utilización del agua de mar desalada en la proyectada desaladora «y, sin olvidar las necesarias actuaciones de reducciones de pérdidas de agua en redes y mejora de eficiencia, necesarias cuando se da el paso para la utilización de recursos no convencionales de mayor coste de generación y producción», apostilla.

Por su parte, respecto al sistema del Guadalhorce-Limonero, ha arrancado el año con un superávit de 2,78 hectómetros, en situación de prealerta de escasez moderada. Así, se proponen destinar 50 hectómetros cúbicos para el abastecimiento de la capital, un volumen similar al de los años anteriores, y 37 para los regadíos, una cifra también muy similar a la del pasado año hidrológico, cuando se suministraron 38,5.

Por su parte, en la zona de Marbella, donde la presa de La Concepción está al 51,2% de su capacidad, con 29,5 hectómetros, prácticamente lo mismo que hace un año, cuando tenía 29,7, se analizan cuatro escenarios de precipitaciones para el nuevo año hidrológico: con aportaciones en la media histórica, del 50%, del 25% y similares a las de la sequía de 1994-95. En el segundo se alcanzaría el nivel de prealerta de sequía en julio y de alerta en agosto. En el tercero caso el embalse marbellí entraría en prealerta en diciembre y en emergencia desde enero, al igual que en el cuarto supuesto.