Ruta de la pasa: experiencias muy exclusivas con el espíritu de la uva moscatel

Desde hace siglos la pasa moscatel forma parte de la vida de muchos vecinos de la Axarquía. Desde hace décadas está amparada bajo una denominación de origen protegida y desde hace poco más de un lustro está considerada por la FAO como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).

Ya no hay excusas para escaparse al interior de la comarca más oriental para entender la singularidad de este producto, que está especialmente arraigado en los pueblos que forman la Ruta de la Pasa de la Axarquía, como son El Borge, Almáchar o Moclinejo, pero que también forman parte fundamental de la identidad de otros, como Cómpeta. Frigiliana, Canillas de Albaida o Comares.

Hace años era impensable que un turista pudiera contratar un paquete de experiencias que permitiera hacer una incursión real por el mundo de la moscatel de Málaga. Hoy es posible gracias al esfuerzo de empresas de turismo activo homologadas de la Axarquía que han apostado por su particular terruño para ponerlo en valor como se merece.

En concreto, en el marco del territorio SIPAM, las empresas Oleotrips, Rutaaxar y Enoxperience ofrecen propuestas en las que se combinan visitas guiadas por lagares para conocer el trabajo realizado en los paseros y también por los cascos urbanos de estos municipios. En estos últimos, además de disfrutar de sus calles y rincones, heredados del antiguo Al-Ándalus, también se pueden ver algunos museos etnográficos, como el que hay en Cómpeta o el específico de la pasa que se puede ver en el corazón de Almáchar.

Entre otras experiencias, también se incluye visitas a viñedos y catas en algunas de las bodegas que trabajan con la moscatel, como son las de Antonio Muñoz Cabrera (Dimobe), en Moclinejo, o Almijara,en Cómpeta.

No faltarán tampoco las degustaciones de la pasa moscatel y de algunos platos muy arraigados en la zona, como es el ajoblanco, una sopa fría que se puede acompañar precisamente con uvas de la misma variedad o incluso mangos, un subtropical especialmente abundante en la Axarquía.

Además, los que participen de estas experiencias tendrán la oportunidad de probar uno de los platos con más sabor a moscatel de este territorio. El pollo (o también lomo de cerdo) con el toque del vino y la pasa. A la borgeña, a la competeña o a la salsa moscatel son algunos de los apellidos de esta receta, que tiene sus matices según se cambia de pueblo. En esta zona aguardan restaurantes que miman éstas y otras elaboraciones locales, como son Mabi'J, en Almáchar, la Posada del Bandolero, en El Borge, El Balcón de Cómpeta o Bar Reyes, en Moclinejo.

Otro elemento importante del territorio SIPAM es el paisaje, que se puede descubrir en algunas de las rutas de senderismo que se pueden hacer por allí. Así, Cerro Patarra, en Almáchar, Monte Faco, en Moclinejo, o Ejido, en Moclinejo son algunos de los enclaves que se recorren en algunos de esos itinerarios. Desde esos puntos elevados, casi siempre bajo la atenta mirada de las cumbres de sierra Tejeda, se puede entender mejor este complejo territorio axárquico, en el que la orografía, muy irregular, es una de las principales señas de identidad.

Hay también una Axarquía llena de tradiciones e incluso mitos, que se puede conocer a través de las leyendas que aún se cuentan en estos pueblos con espíritu de moscatel.

El origen de la receta del ajoblanco, historias de bandoleros tan temidos como El Bizco de El Borge o incluso la ubicación de una de las batallas más cruentas del antiguo Al-Ándalus son algunos de los episodios más apasionantes que se pueden conocer en el territorio SIPAM.