Lunes, 14 de enero 2019
Parece un coche teledirigido, una especie de 4x4 de juguete con faros por todas partes. Pero en realidad es un moderno robot que se maneja por control remoto y que la empresa de desatoros Pepe Núñez, propietaria del equipo, utiliza para inspeccionar redes de saneamiento y aguas pluviales, y que desde ayer busca al pequeño Julen en el pozo de Totalán de 107 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro por el que su familia lo vio caer. «Es la primera vez que se usa para algo así, por lo que ha sido necesario hacerle algún tipo de adaptación», explica Ana Núñez, una de las administradoras de esta compañía malagueña.
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Ayer, la Guardia Civil se puso en contacto con Pepe Núñez para solicitarle usar el robot de inspección, al que en la empresa llaman «la cámara». «El robot no está de servicio los fines de semana (requiere de dos técnicos cualificados para su manejo), pero, evidentemente, todos somos padres y se movilizó a todo el mundo sin problema. Vamos a estar allí todo el tiempo que sea necesario», aclara Ana Núñez. De hecho, dos técnicos han relevado hoy a los que estuvieron ayer durante todo el día en el operativo, y que realizaron media docena de inmersiones en el pozo con la cámara para tratar de localizar al niño. Sólo se encontró una bolsa de chucherías de pequeño Julen.
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