La historia del arrecife artificial de El Cantal se remonta a 2019, cuando el Gobierno municipal de Rincón anunció que la Junta colaboraría en su creación, de la mano de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa). En 2021, se informó de la adjudicación del estudio geotécnico sobre caracterización de fondo marino, necesario para esta intervención. Con ella se busca la recuperación y protección de la diversidad marina de este litoral, a través de la regeneración de la flora y la fauna marina y las aguas, sin renunciar a posibles usos recreativos. Agapa ya había hecho entrega de un estudio previo para la redacción del futuro proyecto técnico. Tres años después, ni un avance, es más, hay que comenzar de cero.
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La clave está en el procedimiento, que, requiere, sí o sí, de una supervisión y autorización de la Administración General del Estado, competente en materia de Costas. Sin embargo, como aclaran desde la Subdelegación, «se ha pretendido usar una concesión previa (de los años 80 aproximadamente) de unos arrecifes que se instalaron en su día para evitar la pesca ilegal». Este no es el cauce, ya que la estructura que se impulsa requiere una «modificación sustancial» del título de concesión originales, lo que, por normativa, no cabe.
El concejal de Playas, Sergio Díaz, que lamenta la pérdida de tiempo que supone reiniciar los trámites, aclara que estos, en un principio, se quisieron solventar con la Dirección General de la Costa y el Mar, en su sede central de Madrid, y que no fue hasta pasado un año cuando se informó de la imposibilidad de emplear la vía elegida. Con esta negativa, el Ayuntamiento, junto a Agapa, ahora ha recurrido a la Demarcación de Costas de Andalucía Mediterráneo, en Málaga, para ir sobre seguro. Díaz destaca que, en este momento, el tono es de colaboración y se muestra confiando en que, finalmente, llegue a buen puerto el proyecto.
Fuentes del Gobierno central en la provincia recuerdan que, una consulta previa con los técnicos en Málaga, por parte de los promotores del arrecife hubiera ahorrado el hecho de que, como ha ocurrido finalmente, la Dirección General de la Costa y el Mar, tras analizar toda la documentación, se mostrara desfavorable. Esta fórmula que, de partida, no era la adecuada, ha precipitado el resultado, resumen, para indicar que, actualmente, sí hay ya conversaciones para poder dar el visto bueno a la iniciativa.
Lo ocurrido no ha escapado de la controversia política. El alcalde de Rincón y presidente de la Diputación, Francisco Salado, lamentó, recientemente, que, tras «más de un año de espera, el Gobierno Central acaba de responder que debemos empezar de nuevo con los trámites» al respecto del arrecife de El Cantal. Sobre este, además de destacar su potencial, hizo hincapié en que, en sus palabras, se «ha estudiado al detalle» y es «absolutamente respetuoso con el fondo marino, con la flora y fauna».
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El subdelegado, Javier Salas, muy crítico con este argumento, acusa al regidor de «vender humo» y justificar los problemas en la gestión ante los vecinos, con el pretexto de que la demora en el proyecto es achacable al Gobierno de España. Al hilo, además de extrañarse del desconocimiento de la normativa en materia de costas por parte del Ayuntamiento rinconero y la Junta de Andalucía, Salas, recordó que el procedimiento exacto se podría haber consultado, con carácter previo, «dentro de la comunicación fluida que hay entre administraciones».
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