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El pabellón cubierto del colegio María del Mar Romera y las pistas exteriores del Carmen Martín Gaite de Rincón la Victoria son los escenarios en los que, dos veces por semana, un grupo de veinte menores diagnosticados con un trastorno del espectro autista (TEA), demuestran ... lo que son capaces de hacer a base de grandes esfuerzos, paciencia y tesón.
De la mano de sus entrenadores y monitores, estos campeones consiguen cada día superarse y saltar nuevas barreras, mejorando su coordinación, habilidades motores y su socialización. Con motivo del Día Mundial del Autismo, que se conmemoró ayer, SUR ha charlado con los responsables de los tres equipos que hay en la localidad rinconera, dos grupos pertenecientes al Club Baloncesto Rincón de la Victoria y otro al Rincón Basket Club.
En el primer caso, la psicóloga Blanca Repiso es la coordinadora de los entrenamientos, ayudada por Javier Tirado y Yuly Andrea. «No buscamos que aprendan a jugar al baloncesto, para disputar un partido, pero sí que sean capaces de dominar técnicas como botar el balón, saltar, diferenciar colores, formas, objetos, cosas que luego pueden aplicar en su día a día», explica, al tiempo que destaca la «gran evolución» que están teniendo los dos grupos, tanto el de 'peque-basket team' Basket for Life, como el de los mayores. Leo, los gemelos Víctor y Mario, Oliver, Noa y Ángel son los auténticos campeones que se superan en cada sesión, con edades comprendidas entre los cuatro y los 13 años.
Cuando terminan, les toca el turno a sus compañeros mayores, de 10 a 18. Son Hugo, Javi, Marcos, Gonzalo, Charly, Mateo y Javi. «Todos tienen autismo no verbal, y los que son algo verbales no tienen una comunicación muy funcional, por lo que es complicado, cada uno es un mundo», advierte Repiso, quien confiesa que desde que está al frente de los equipos, a comienzos de este año, tras la marcha de la anterior entrenadora, Angi Torres, «me están dando la vida». «Aunque no te lo pueden decir con palabras, sólo verles la cara de alegría que tienen, cuando ves que no se quieren ir del entrenamiento, es muy satisfactorio», admite emocionada.
Ésta es la tercera temporada que el Club Baloncesto Rincón de la Victoria tiene equipos con menores con TEA. Las dos primeras campañas fueron muy complicadas por la irrupción de la pandemia del Covid-19. En el caso del Rincón Basket Club es la segunda campaña en la que cuentan con un equipo, compuesto por siete menores, Hugo, Hugo, Lucía, Luis, Nicolás, Nicolás y José, a las órdenes de Inma, Samantha y Cristina.
El vicepresidente de la entidad, Antonio Galindo, explica que además de las sesiones de entrenamiento, realizan actividades de todo tipo con estos pequeños con diversidad funcional. «El quipo 'diver' es para nosotros uno más, hemos hecho excursiones en el autobús turístico, por la montaña, en barco y al estudio de pintura de Manuel Rincón en Caleta de Vélez, para nosotros es fundamental la integración con sus compañeros», afirma.
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