Ilustración de Guillermo Espejo Rubio que muestra a una familia neandertal, en sus quehaceres cotidianos, en la Cueva de la Victoria de Rincón.

¿Qué cara tenían los neandertales?

El rostro del 'homo neanderthalensis' está asociado al del mono; pero el estudio del yacimiento de la Cueva de la Victoria, en Rincón, invita a repensar esta idea

José Rodríguez Cámara

Rincón de la Victoria

Domingo, 10 de noviembre 2024, 00:18

En el siglo XIX, alguien anotó en una ilustración sobre los neandertales, revisada en el Museo del Hombre de París, faro en el estudio de la Prehistoria, «demasiado humanos». Este apreciación marcó el desarrollo posterior, hasta nuestros días, de las representaciones gráficas dedicadas a nuestros ... antepasados, que aparecen como seres brutales, más monos que hombres y mujeres.

Publicidad

Pero, desde Málaga, un grupo de investigadores está dispuesto a refutar esta visión, no exenta de prejuicios, religiosos, sobre todo. Los que están en busca de los argumentos son el equipo de científicos internacional, compuesto, entre otros, por los malagueños María del Mar Espejo, Luis-Efrén Fernández, José Ramos, Cristina Liñán, Yolanda del Rosal, José Antonio Molina, Antonio Aranda y Pedro Cantalejo. Todos ellos, con la inestimable ayuda del ilustrador Guillermo Espejo Rubio, se han propuesto actualizar los retratos de los grupos de neandertales y homo sapiens, a partir de los que habitaron la Cueva de la Victoria y la Galería del Higuerón, dentro de la Cueva del Tesoro, entre Rincón y La Cala del Moral. Allí buscaron refugio, hace cuarenta mil años, los últimos neandertales y los primeros sapiens, que las habitaron hasta hace nueve mil quinientos años.

Pedro Cantalejo, que aporta la anécdota parisina de la simiesca caricatura, deja claro que os resultados arqueológicos de la excavación en estas cavidades, procesados, en 2024, en distintos laboratorios, dentro y fuera de España, permiten asegurar que unos y otros no eran tan distintos y no solo por encontrar un techo en el mismo lugar.

«Se ha planteado una sustitución, pero las evidencias apuntan a que lo que hubo fue una hibridación, en la que, eso sí, los sapiens, que eran más numerosos, finalmente, absorbieron a los neandertales», sostiene. «Se ha empleado mucho esfuerzo en poner el énfasis en las diferencias, pero eran mucho las similitudes. Por eso hemos trabajado en estas representaciones, en demostrar que tenían rasgos similares», explica el experto.

Publicidad

Representaciones de Guillermo Espejo Rubio de habitantes prehistóricos de las cuevas rinconeras cocinando y de homo sapiens pescando y listos para cazar.

Y es que no hay que olvidar que la Teoría de la Evolución, de Darwin, igual que sirvió para caricaturizarlo en la etiqueta de Anís del Mono, hace casi dos siglos, a modo de burla a sus planteamientos, tiene todavía sus detractores. Todo está en los huesos y en otros hallazgos en Rincón de la Victoria. Gracias a estos, se puede establecer que, por ejemplo, durante el Paleolítico, tanto los neandertales como los homo sapiens, tuvieron una dieta alimenticia muy parecida, basada, en un 70% en productos marinos: doradas, conchas finas, de vez en cuando, un cetáceo, seguramente varados en las playas, como atestiguan los restos óseos localizados de un delfín.

Del mismo modo, queda claro que cazaban conejos y algunas cabras montesa y que todos los restos, tanto en uno como en otro caso, fueron procesados con el calor del fuego, lo que ha dejado estigmas muy claros, precisa Cantalejo, de que se los llevaron a la cueva para su consumo; dicho de otro modo, tenían un día a día muy similar. «A pesar de ello, se les ha negado a los neandertales, por ejemplo, que su vida tuviera un factor de transcendencia, a través de los enterramientos», reflexiona el arqueólogo, al que el modo de encarar el análisis del paso por la tierra del 'homo neanderthalensis' le recuerda a la lectura que, durante mucho tiempo, se ha tenido de la Edad Media, concebida como una época oscura y triste.

Publicidad

La campaña arqueológica en la Cueva de la Victoria y la Galería del Higuerón, por lo tanto, donde, a diferencia de otras cavidades, sí hay un claro nivel de excavación paleolítico, con gran cantidad de vestigios, abre un gran número de posibilidades, tanto para el avance arqueológico, como para la divulgación.

Por eso, después de comprobar los detalles de vestimentas, herramientas, modos de vida y trabajo, se han plasmado, gracias al ilustrador de cabecera de este grupo de investigadores, personajes y escenas muy básicas. Con estos presupuestos pedagógicos, estos antepasados aparecen en los paisajes originales rinconeros.

Publicidad

Un neandertal infantil, por Guillermo Espejo Rubio.

La idea, destaca Cantalejo, es obtener paneles gráficos descriptivos que sean capaces de comprimir la información científica; una imagen que ayude a comprender, a todo tipo de personas, de cualquier edad, quiénes fueron estos habitantes paleolíticos de la Bahía de Málaga, cómo vivían, de qué vivían, cómo vestían, y contemplar su aspecto, de acuerdo con datos antropológicos que sean acordes a las evidencias obtenidas, con el rigor como máxima.

Y es que el equipo de investigación que trabaja en Rincón de la Victoria tienen un gran empeño en trasladar la importancia de la labor de campo que hay en marcha en estas cavidades, con lo que continúan abiertas las visitas a la Cueva de la Victoria y la Galería del Higuerón, durante las excavaciones arqueológicas, lo que permite una aproximación única. Además, estas ilustraciones, que se dan a conocer por primera vez en SUR, serán empleadas durante las conferencias que están programadas los viernes del mes de noviembre, en el III Ciclo de Conferencias sobre Cuevas Prehistóricas, dedicadas este año a la arqueología de la muerte durante la Prehistoria.

Publicidad

Con el Neolítico, llega el pastoreo y la agricultura, como refleja el dibujo de Guillermo Espejo Rubio.
Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad