Amirax proyecta una residencia para alojar a personas con discapacidad grave

La asociación de personas con discapacidad intelectual con sede en Rincón de la Victoria atiende a personas de toda la Axarquía. Es ambiciosa y sueña con un proyecto en el que hagan una cobertura total de las necesidades de las personas con discapacidades desde que nacen hasta que mueren y para ello cuentan con varios proyectos, el más cercano ahora es el de una residencia para personas gravemente afectadas.

Amirax nace en 1992 de la mano de un grupo de padres y madres con hijos con distintas discapacidades que buscan dar cobertura a las necesidades de sus hijos. De aquellos talleres con los que empezaron han llegado a una sede donde ofrece un Centro de Día para gravemente afectados y otro Centro de Día Ocupacional así como un Servicio de Atención Temprana para niños de 0 a 6 años . Este último es un servicio público donde trabajan con la Concejalía de Salud y atienden a niños con diferentes problemas como dislexia, epilepsia o problemas de desarrollo, entre otros. Una vez terminada esta etapa en el centro siguen atendiendo a quienes lo requieren de forma privada.

Su presidenta, Mari Ángeles Rodríguez explica la importancia del trabajo que hace la asociación, «los padres nos cansamos, todos, y los que tienen hijos con discapacidades también. Hasta los 21 años las instituciones se hacen cargo de ellos. Pero después no hay nada, puedes tener a tu hijo muy bien atendido pero necesita más. Los padres somos padres y no podemos complicarnos más la vida, tenemos que intentar hacer la labor que nos corresponde, hay personas que son profesionales y hacen un trabajo cognitivo muy importante que nosotros no sabemos hacer porque no somos expertos. Además los profesionales tienen otro vínculo con nuestros hijos que les da el reposo y la distancia para trabajar con ellos sin la ansiedad que los padres proyectamos», afirma.

Dentro de las preocupaciones de los progenitores está el futuro de sus hijos, una necesidad que Amirax ya está trabajando para cubrir. «Una persona de 70 años o más con un hijo a su cargo de 50 años gravemente afectado no puede atenderlo bien, es una indecencia que alguien que tenga dificultades para valerse por sí mismo tenga que tener un hijo a cargo al que cuidar». Por eso tienen un proyecto de residencia que esperan completar en dos o tres años. El espacio ya está, en la tercera planta del mismo centro están construidas las habitaciones a las que falta dotarlas del equipamiento necesario. Un trabajo para el que desde la asociación calculan que necesitarán alrededor de 500.000 euros. Antes y pensando en la asistencia a la futura residencia quieren adecuar la zona del sótano donde dispondrán de los servicios para la residencia tales como lavandería, roperos o ficheros. Todo ello para poder atender a 30 personas gravemente afectadas. Un servicio que, dicen, no existe en la Axarquía, «en cuanto el servicio esté listo sabemos que las plazas estarán ocupadas», afirman.

Mientras desarrollan este proyecto y piensan en otros como tener pisos tutelados siguen con su labor en un centro profesionalizado donde todos los trabajadores tienen «algo esencial: voluntad, sensibilidad y solidaridad, ese es el espíritu de la asociación y nuestra filosofía», declara Rodríguez. La presidenta afirma que «el mundo de las discapacidades es muy variopinto» y que por ello abarcan tanto. Una clara muestra de ello son el centro de empleo que tienen así como el programa de prisiones donde asesoran a personas con discapacidad, todo ello para cubrir las necesidades a las que las administraciones en muchas ocasiones no llegan.