Imagen del casco urbano de Frigiliana, con las zonas de cultivo de subtropicales. E. CABEZAS
Sequía en Málaga

Las restricciones al regadío se extienden a Frigiliana al bajar el nivel del acuífero

La comunidad de regantes de las acequias de Lízar y El Molino establece un sistemas de turnos dividiendo en dos zonas las 320 hectáreas de cultivos, donde hay numerosas viviendas rurales

Viernes, 21 de julio 2023, 00:08

Las restricciones al regadío se extienden por la provincia a medida que avanza la canícula, en uno de los años más secos y cálidos que se recuerdan desde que hay registros históricos. Ni siquiera las lluvias del tramo final de la primavera han conseguido ... paliar el déficit hídrico y las consecuencias se dejan sentir ya con fuerza en localidades que, hasta ahora, eran consideradas auténticos 'oasis' en el desierto en el que está convirtiendo, por desgracia y a pasos agigantados, la Axarquía.

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Si desde la pasada semana la principal comunidad de regantes de Nerja, la de San Isidro, ha establecido sus primeras restricciones por la sequía, con un sistema inédito en más de dos décadas, de turnos por zonas en el hasta ahora 'manantial abundante' que llamaron los árabes, Narixa, los vecinos de Frigiliana han empezado también, desde este pasado miércoles, a vivir una situación muy parecida.

La comunidad de regantes de las acequias de Lízar y El Molino, que agrupa a un millar de propietarios, con unas 320 hectáreas de cultivos, principalmente de subtropicales, aguacates y mangos, y numerosas viviendas rurales, ha establecido un sistema de turnos para dos zonas, con una dotación máxima de 1,5 metros cúbicos por cada marjal de tierra y día (lo equivalente a 671 metros cuadrados de superficie). Esta cantidad supone un 25% menos que la estipulada el pasado año.

La medida se ha adoptado «como consecuencia de la drástica disminución de la reserva de agua disponible y al objeto de poder garantizar el suministro a todos los socios», según consta en una circular a la que ha tenido acceso SUR. Carlos Álvarez, administrativo de la comunidad, ha explicado a este periódico que en las últimas semanas han detectado una reducción de más de 50 metros en el nivel del pozo principal del que se abastecen los regantes, en el cauce medio del río Higuerón, junto al casco urbano de Frigiliana. La bomba que usan para extraer el agua está a unos 220 metros de profundidad.

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«No estamos en el subsuelo para saber qué es lo que está pasando, pero es de pura lógica que el trasvase del agua del vecino río Chíllar hacia el sistema de La Viñuela tiene que estar relacionado, porque el acuífero del que nos nutrimos en el mismo«, ha apuntado Carlos Álvarez, quien ha destacado que esta situación de cortes por zonas ya se vivió en el año 2008, en la anterior gran sequía, cuando el embalse de La Viñuela alcanzó su mínimo histórico hasta este mes de julio, que estaba en el 9,2%, con 15,2 hectómetros. Este jueves está al 8,9%, con 14,6.

Cantidad suficiente para cultivar subtropicales

«Con esta cantidad de agua es posible sacar adelante las cosechas de mangos y de aguacates sin problemas, aunque es cierto que para el que usa el agua también en una vivienda rural es un problema, pero nosotros el agua que damos es solo de riego, no es para uso doméstico», ha argumentado Álvarez, quien ha asegurado que es necesario concienciar a los socios de la importancia de «la eficiencia y el ahorro de agua en este momento de sequía tan grave que tenemos», ha apostillado.

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«Por ahora estamos pudiendo disponer de agua, pero si sigue sin llover en el otoño, la situación se puede complicar aún mucho más», ha considerado el administrativo de la comunidad de regantes de Frigiliana. La comunidad se abastece del agua de la acequia de Lízar, que llega desde el nacimiento del río Higuerón, en la zona del cortijo del Concar, y del mencionado sondeo en el cauce, ubicado cerca del pozo de Batán. «Para poder resondear hay que tener la autorización de la Junta, al ser un parque natural», ha advertido. La comunidad tiene una concesión de hasta 7.000 metros cúbicos por hectárea y año.

La situación de Frigiliana es mucho mejor que la de otras zonas de la Axarquía, donde las fincas incluidas en el Plan Guaro, por debajo de la cota de 140 metros de altitud sobre el nivel del mar, llevan sin agua del pantano viñolero desde el pasado 1 de octubre de 2022. Apenas la mitad reciben recursos alternativos con aguas regeneradas de las depuradoras. La Junta está ultimando las obras para aumentar en una docena los hectómetros cúbicos anuales disponibles, con la incorporación a partir de septiembre de los recursos de las estaciones del Peñón del Cuervo, en la capital malagueña, y Rincón de la Victoria.

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Por su parte, respecto al abastecimiento de la población en el núcleo urbano, con unos 3.300 vecinos empadronados, el concejal de Hacienda y tercer teniente de Alcalde, Antonio Manuel López, ha explicado a este periódico que «está garantizado», gracias a los pozos propios con los que cuentan en varias zonas del municipio, como el río Higuerón y Lízar, gestionados a través de la empresa concesionaria, Aqualia. No obstante, el edil frigilianense ha hecho un llamamiento al «consumo responsable y a cumplir con las medidas» y restricciones impuestas por el último comité de sequía, para rebajar el consumo en un 20% con respecto al año pasado.

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