Las residencias de ancianos comienzan a restringir las visitas de los familiares ante el coronavirus

La rapidez con la que se propaga el virus del COVID-19 ha llevado extremar las precauciones y las medidas de protección con la población más vulnerable. En cabeza de este grupo de riesgo se encuentran las personas mayores, normalmente con patologías asociadas que representan un riesgo añadido para su estado de salud. Con esas certezas sobre la mesa, las residencias de la tercera edad en la provincia llevan unos días aplicando a rajatabla los protocolos específicos del Ministerio de Sanidad para sus residentes; y a pesar de que el documento de las autoridades no contempla, por el momento, la suspensión o la restricción de visitas –salvo en el caso de familiares que presenten síntomas de infección–, algunas de ellas han decidido adelantarse a las recomendaciones y aplicar medidas extraordinarias.

Es el caso de la residencia de mayores Sanysol de Vélez Málaga, que hace dos días suspendió las visitas familiares a los ancianos para evitar el riesgo de contagio. La decisión incluye también la prohibición de salidas de los mayores del centro salvo por motivos médicos; y es un paso más a otra restricción anterior que ya limitaba las comunicaciones a un solo familiar por residente. «Intentamos ir por delante de las medidas que establecen las autoridades sanitarias y los familiares lo han entendido», confirmaba ayer a SUR la directora de la residencia, Carmen Gález, cuyos proveedores también se tienen que ajustar a las nuevas condiciones: en este caso, la mercancía se deja en el exterior del edificio, en un lugar habilitado donde la recoge el personal de la residencia. De igual manera, se han incrementado los controles rutinarios a los trabajadores del centro «para salvaguardar la seguridad» de los 105 ancianos residentes.

Aunque sin llegar al punto de la suspensión de las visitas, las residencias de la capital refuerzan en estos días sus protocolos para evitar contagios. Los responsables de los centros consultados por SUR insisten en el escrupuloso seguimiento del documento que les ha remitido el Ministerio de Sanidad a través de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, pero también admiten que en algunos casos se están restringiendo las visitas. «Ahora sólo se permite la entrada a un familiar por residente, y el encuentro se hace en el patio para evitar riesgos», confirman desde el centro de la tercera edad Divina Misericordia. La medida es exactamente la misma en otra de las residencias de la capital cuya directora prefiere mantener en el anonimato «para no generar más psicosis», aunque llevan días informando de esa decisión a las familias. «Tampoco podemos prohibir la entrada porque la Junta de Andalucía no lo hace, pero sí hacemos ese control de una visita por anciano».

«En estos casos es importante aplicar el sentido común a través de medidas que lo único que pretenden es proteger a los mayores», confirman por su parte desde el gabinete de comunicación del grupo Orpea, que cuenta con varios centros en la provincia. Para compensar esta restricción en las visitas a un solo familiar, los responsables de estas residencias han impulsado medidas como la comunicación con los ancianos vía tecnológica (por Skype) «para que no pierdan el contacto, pero ahora lo importante es mantener la seguridad».

A falta de más medidas extraordinarias, hay que recordar que hasta el momento las directrices de Sanidad pasan por el refuerzo de la limpieza y las medidas de protección y por el aviso a las autoridades sanitarias en caso de que se produzca algún contagio, que en ese caso tendría que aislarse.