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La Axarquía es una de las comarcas españolas con una mayor biodiversidad. Las más de 40.600 hectáreas protegidas dentro del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, que abarcan 13 municipios de las provincias de Málaga y Granada, junto a las 1. ... 912 hectáreas del paraje natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, entre Nerja y Almuñécar, convierten a estos dos espacios en un auténtico santuario de la flora y la fauna salvajes. En su constante apuesta por promover la protección y conservación de esta riqueza natural, el Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción), acaba de publicar la obra 'Flora Vascular Singular y Característica de la Axarquía'.
La presentación oficial tendrá lugar este viernes en un acto organizado por la Sociedad de Amigos de la Cultura (SAC) de Vélez-Málaga, en el salón de actos del Exilio, junto al Palacio de Beniel de la capital comarcal, a las 19.30 horas. Esta obra, en la que han colaborado tres profesores del departamento de Botánica de la Universidad de Málaga (UMA), Andrés Pérez Latorre, Federico Casimiro-Soriguer y Baltasar Cabezudo, reúne, en sus 560 páginas, una selección de 550 especies, reunidas en 101 familias de plantas traqueofitas, lo que abarca los helechos y las plantas con flores.
Según ha explicado el coordinador de GENA, Rafael Yus, en la selección se han excluido las especies exóticas, que fueron tratadas en una obra anterior, pero se ha incluido las restantes plantas de la comarca oriental, tanto las que son comunes y familiares para muchas personas, «las que llamamos características», como las que son más raras, «que llamamos singulares y que incluyen las especies endémicas», es decir las exclusivas de esta comarca, un total de 18, y tienen algún tipo de amenaza, siendo calificadas como vulnerables (47 especies), en peligro de extinción (14 especies) y, las más amenazadas, en peligro crítico de extinción, con 6 especies, según la nomenclatura de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
"Los criterios científicos son fijados a nivel internacional, aunque puede pasar que algunas especies estén en peligro en la Andalucía y no en otros lugares cercanos como Castilla La Mancha", advierte Yus, quien destaca que entre los criterios que se tienen en cuenta para catalogar una especie como en peligro de extinción están que sean poblaciones pequeñas y dispersas, que haya una población de herbívoros cercana o una cantera en explotación. "El cambio climático, el aumento de las temperaturas y la sequía también influyen en su desaparición, porque hay especies que están adaptadas a las temperaturas bajas", sostiene.
"La catalogación como especie en peligro se basa en la tendencia que tienen las poblaciones, cuanto más pequeñas y dispersas, más peligro tienen porque amenaza con su capacidad reproductiva", abunda Yus. Las causas por las que una población vegetal disminuye son diversas y muy locales. "Unas veces es por el excesivo pastoreo, aunque en estas sierras está controlado, pero la herbivoría ha aumentado al meter ciervos y muflones, por canteras, por turismo masivo, por cambios climáticos, como las sequías severas, incendios o recolecciones, como algunas aromáticas", apostilla.
Las peculiaridades de los suelos calizos también influyen en que se localicen endemismos en la Axarquía. El libro comienza con una introducción en la que se explican los detalles morfológicos y el ciclo biológico de los distintos grupos de plantas: los helechos, las gimnospermas y las angiospermas. «Con ello se pretende proporcionar una información necesaria para comprender las descripciones morfológicas de cada planta», señala el biólogo veleño.
Tras esta introducción se desarrolla la descripción de cada especie, que se realiza en una hoja o ficha por cada una. Las fichas están agrupadas por los cuatro grandes grupos de plantas: helechos (21 especies), gimnospermas (pinos, tejos y cipreses, con 11 especies), y las angiospermas: monocotiledóneas (gramíneas, narcisos, orquídeas, etc., con 81 especies) y las dicotiledóneas (el resto de las plantas con flores, sean herbáceas, arbustivas o arbóreas, que suman 387 especies). Unas 50 especies más se incluyen brevemente en fichas de especies muy próximas, con lo que finalmente suman 550 especies.
Cada ficha consta además de cuatro secciones: la morfología (descripción de los detalles característicos de la planta, junto a una fotografía), el hábitat (lugar en el que suele encontrarse y plantas con las que suele asociarse), la distribución (en el mundo y en la comarca oriental, además de indicar el grado de amenaza que presenta según la 'Lista Roja' de la UICN y el 'Libro Rojo' de la Junta de Andalucía) y, finalmente, un apartado de etnobotánica, en la que se destacan los principales usos que popularmente se le ha dado a lo largo de la historia, «partiendo de los tiempos de Dioscórides hasta nuestros días, advirtiendo de que estos datos no deben tomarse como recomendaciones medicinales, pues ello es responsabilidad exclusiva de los médicos», ha apostillado.
El listado de la veintena de plantas en peligro de extinción en la Axarquía lo conforman: la pelosilla (Anthyllis tejedensis subespecie plumosa), la arenaria de De la Guardia (Arenaria delaguardiae), la arenaria racimosa (Arenaria racemosa), la escobilla blanca (Centaurea bombycina subespecie bombycina), la centaura dolomitícola (Centaurea genesii-lopezii), la viborera blanca (Echium albicans subespecie albicans), el cardo cuco de la Almijara (Eryngium grosii), el carraspique de Gross (Iberis grossii), el botón violeta (Jasione penicillata), la linaria de Amo (Linaria amoi), la falsa arenaria (Moehringia intricata subespecie tejedensis), las cazoletas (Narcissus assoanus subespecie rivasmartinezii), el narciso almijarense (Narcissus nevadensis subespecie herrerae), la tirañuela o planta carnívora de Tejeda (Pinguicula tejedensis), la palomilla (Platycapnos tenuiloba subespecie parallela), la hierba de Rothmaler (Rothmaleria granatensis), el camedrio de roca (Teucrium fragile), y la aulaga dolomitícola (Ulex parviflorus subespecie rivasgodayanus).
"Las especies raras, al no ser conocidas por la población, no tienen nombres vulgares aunque nosotros hemos propuestos algunos como ya pasó con el Limonium malacitanum que la llamamos 'siempreviva malagueña' y ya lo usa todo el mundo", concluye Yus.
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