Punto y final a tres décadas de solidaridad con tres continentes desde Vélez-Málaga

Tal y como han indicado los responsables del colectivo en un comunicado, han llevado a cabo, hasta agotar los fondos de proyectos para el presente curso, actividades relacionadas con la «educación para la paz, la no violencia, el antimilitarismo, el medio ambiente, el desarrollo y la cooperación, los derechos humanos o los derechos de la mujer» entre otras.

Desde Ahimsa también han ejecutado proyectos de financiación para el desarrollo en «Centroamérica, campamentos de refugiados saharauis, Camerún, Nepal o Kenia», a modo de ejemplo, con una inversión total de 1.272.907,52 euros, de los cuales 855.791,16 euros se han invertido en apoyo a la educación mediante becas y en infraestructuras educativas», han apostillado.

Desde Ahimsa han dado las gracias a todas las personas, colectivos e instituciones por «su apoyo, confianza y colaboración» desde que iniciara su actividad con el programa 'Vacaciones en paz', destinado a niños saharauis o el apoyo a maestros populares de El Salvador, Chiapas y la cooperativa Tierra Nueva. La disolución definitiva del centro se ha producido tras financiar en 2023 varias iniciativas en Camerún como la concesión de becas o la compra de mijo, todo por un valor de más de 37.400 euros.

Desde que la asociación ya anunciara el inicio del proceso de disolución en el año 2016 y hasta el presente año ha invertido por encima de los 169.000 euros. A lo largo de su trayectoria de cooperación al desarrollo, Ahimsa también se volcó en otras iniciativas humanitarias en 1998 y 1999 como el apoyo a los damnificados por un huracán en Centroamérica o en 2004 y 2005 por un terremoto en El Salvador, entre otras muchas.

En estos treinta años el Centro de Documentación y Educación para la Paz de Vélez-Málaga ha podido destinar casi 500.000 euros en Camerún a infraestructuras educativas y becas o algo más de 56.700 euros en ocho años para becas en Nepal. Destacan también los 210.000 euros para infraestructuras en Centroamérica (en países como Honduras, Guatemala y El Salvador; los 215.000 euros para la educación en estos mismos países; los casi 8.000 euros para estudiantes de Kenia; o los alrededor de 177.000 de apoyo a los refugiados saharauis.