Los regantes se quejan de que sólo disponen de parte del agua regenerada de las depuradoras de la Axarquía

Por lo pronto, las inmensa mayoría de las 13.000 hectáreas de cultivos de mangos y aguacates que se estima que hay en la zona oriental están recibiendo apenas 1.500 metros cúbicos de agua por hectárea procedente del embalse, lo que supone la mitad que hace un año. En la misma proporción han bajado las reservas de la presa viñolera, tras un año hidrológico especialmente seco, en el que apenas se han recogido 240 litros por metro cuadrados en su cuenca, lo que ha hecho que, a pesar de las lluvias de marzo y abril, que fueron abundantes en el resto de la provincia, sólo haya ganado cuatro hectómetros cúbicos.

El abastecimiento humano está garantizado en la comarca oriental, tal y como recoge la legislación y está estipulado en el decreto de sequía aprobado para la Axarquía hace un año. Sin embargo, desde la empresa pública Axaragua, dependiente de la Mancomunidad Oriental, que se encarga de suministrar el agua potable a 14 de los 31 municipios, con una población de unos 180.000 habitantes, advierten de que si en otoño no se producen precipitaciones «importantes», el consumo humano podría peligrar si el embalse se declarara muerto antes de final de año. La preocupación es «máxima» entre los regantes de subtropicales e invernaderos y los gestores de Axaragua por el retraso en la incorporación de nuevos recursos hídricos.

Así, lamentan que sigan sin incorporarse a la red los recursos hídricos extraordinarios contemplados con dos de los tres pozos del río Chíllar, que están pendientes de las conexiones eléctricas desde hace varios meses. La Junta planificó el año hidrológico con estos recursos, que podrían aportar al menos tres hectómetros cúbicos para el consumo humano de Torrox, Algarrobo y Mezquitilla. Desde la capital se están enviando a Rincón de la Victoria y a los núcleos occidentales de Vélez recursos adicionales, a razón de cien litros por segundo. Sin embargo, el suministro no es constante y depende de la disponibilidad y demanda en la capital.

Así, el pasado año, como referencia, Axaragua adquirió 0,9 hectómetros cúbicos a Emasa, la empresa pública de agua de la capital, que gestiona la planta desalobradora del Atabal. «La situación es muy preocupante, necesitamos que la Junta traiga de una vez por todas más recursos hídricos a la Axarquía», sostiene el vicepresidente de Axaragua, Gregorio Campos (PSOE), quien asegura que en el último comité de gestión de la sequía, celebrado el pasado marzo, ya plantearon la posibilidad de estudiar la instalación de «desaladoras portátiles», como las utilizadas tras la erupción del volcán de La Palma el pasado septiembre, para garantizar el abastecimiento de la población.

Según los datos que maneja Axaragua, a pesar de que el decreto de sequía de la Junta fija un consumo máximo de 200 litros por habitante y día, en los 14 municipios que se abastecen del pantano se están consumiendo casi el doble, 70.000 metros cúbicos frente a los 36.000 fijados por la normativa. «Suministramos el agua a demanda de los municipios, pero les pedimos que ahorren al máximo, que cumplan con el decreto de sequía y que hagan campañas de concienciación entre la población», apostilla Campos.

Por su parte, los productores de frutas tropicales denuncian que con la dotación de 1.500 metros cúbicos por hectárea, la más baja de la historia agrícola en la Axarquía, «no se pueden sacar adelante las cosechas, especialmente las de aguacates». «Los mangos se podrán salvar, porque tienen raíces más profundas y necesitan menos de la mitad de agua», asegura el vicepresidente de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales, Miguel Gutiérrez, quien sostiene que en las zonas de la comarca que sólo dependen del embalse, «ya hay agricultores que están perdiendo árboles». «Hay quienes están haciendo podas drásticas y otros que están optando directamente por arrancarlos», apostilla.

Así, de las alrededor de 70 comunidades que tienen derecho a recibir agua del embalse, por estar por debajo de la cota de 140 metros sobre el nivel del mar, al menos una docena ya se han quedado sin suministro al haber sobrepasado la dotación para todo el año hidrológico. «Cuando llegue final de julio serán muchas más», vaticina el presidente de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro, José Campos. Las situadas por encima de la mencionada cota no reciben, en teoría, agua de la presa viñolera.

«La gente está haciendo malabares para sacar adelante las plantaciones, pero al que se le ha salado o secado un pozo o directamente le han cortado del embalse, no puede regar», argumenta este productor de mangos y aguacates, quien lamenta que las aguas regeneradas de las depuradoras no pueden llegar a todas las fincas de la comarca oriental. De momento, los únicos recursos de este tipo que se están usando son los de la planta de Vélez-Málaga, que está bombeando desde el pasado noviembre alrededor de 7.500 metros cúbicos al día para el riego de 2.700 hectáreas de cultivos situadas en la margen derecha del río Vélez.

Por contra, las comunidades situadas en la margen izquierda no tienen posibilidad de disponer de estos recursos hídricos adicionales. Así, en Torrox hay varias comunidades que están tratando de conectarse a las dos depuradoras del municipio, toda vez que la Junta ya les ha comunicado que no disponen de más agua del embalse al haber consumido la dotación contemplada para todo el año hidrológico. Campos lamenta no poder aumentar la capacidad de bombeo de la depuradora veleña hacia sus fincas.

«Podríamos estar usando ya al menos hasta otros 4.500 metros cúbicos más al día, pero Axaragua no nos da permiso para entrar en una balsa y aumentar la potencia eléctrica de los motores de bombeo», se queja este agricultor veleño, quien recuerda que, de momento, tampoco se ha determinado el coste de estos recursos hídricos para los agricultores. «Con la escasez de agua que hay, el aumento de los costes de producción, de la luz y de los productos fitosanitarios, y el precio del aguacate a dos euros el kilo, el cultivo va a ir perdiendo cada vez más terreno en la Axarquía», vaticina Gutiérrez.

«En el último comité de gestión nos prometieron que mantendríamos los 1.500 metros cúbicos por hectárea para el verano, con eso no hay para nada, pero al menos se pueden medio mantener las fincas», recuerda Campos, quien advierte que los recursos de las depuradoras de Rincón de la Victoria y Peñón del Cuervo, en la capital, requieren de unas costosas obras de infraestructura, con la instalación de una decena de kilómetros de tuberías, un proyecto que exige una inversión de 30 millones de euros. En cuanto a la depuradora de Algarrobo, está pendiente de unas obras para reparar el sistema secundario, valoradas en 720.000 euros. El último plazo dado por la Junta para finalizarlas es el próximo mes de octubre.

Por su parte, el Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA)- Ecologistas en Acción lleva más de un lustro advirtiendo del riesgo de «colapso hídrico» por el aumento «incontrolado» de la superficie de cultivo de subtropicales en la Axarquía, lo que está incrementando además el riesgo de desertificación de la comarca oriental malagueña. De hecho, según los datos de la red Hidrosur, los dos embalses de la provincia de Almería, el de Beninar y el de Cuevas de Almanzora, almacenan un mayor porcentaje de agua que el de La Viñuela, al situarse en el 23,8% y 26,7%, respectivamente, más del doble que hace un año.

Por su parte, este periódico ha intentado, sin éxito hasta el momento, recabar una valoración sobre la situación hídrica en la Axarquía de cara a los próximos meses por parte del delegado de Agricultura, Fernando Fernández. El pasado febrero este periódico recopiló las obras puestas en marcha por la Administración regional para paliar la situación de sequía en la comarca oriental, con una inversión de 7,5 millones.