El embalse de La Viñuela está al 9,5% de su capacidad, con apenas 15,7 hectómetros cúbicos. E. CABEZas
Sequía Málaga

La Axarquía dejará de recibir agua desde la capital durante tres meses por las obras de ampliación del Atabal

Axaragua prevé que la interrupción del envío se prolongue en diciembre, enero y febrero para completar el aumento de la capacidad de la planta desalinizadora y la Junta garantiza que no afectará al consumo humano

Miércoles, 9 de noviembre 2022, 10:57

La pertinaz sequía mantiene en vilo a la Axarquía. No sólo los agricultores, que se han quedado por primera vez en la historia sin agua para riego desde el embalse de La Viñuela, sino que también el consumo humano puede verse comprometido si continúa ... sin llover en los próximos meses. Para paliar la situación en los 14 municipios de la comarca oriental que se abastecen de la presa viñolera, al 9,5% de su capacidad, con 15,7 hectómetros cúbicos, a punto de igualar su mínimo histórico, el 30 de octubre de 2008, cuando se quedó con 15,2, están recibiendo desde el pasado año aportes desde el sistema Guadalhorce-Limonero.

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Concretamente, en el pasado año hidrológico se trasvasaron 3,2 hectómetros cúbicos desde la planta desalobradora del Atabal al sistema de La Viñuela, una cifra que este ejercicio se elevará hasta los cuatro. Sin embargo, en los meses de diciembre, enero y febrero, los aportes se interrumpirán por las obras de ampliación de la planta de tratamiento de la capital. La Junta está invirtiendo 3,15 millones en aumentar en un 10%, hasta los 2.640 litros por segundo, la capacidad de desalación de la estación.

El vicepresidente de Axaragua y alcalde de Iznate, Gregorio Campos (PSOE), dijo ayer a SUR, al término del comité de gestión de la sequía, que desde la empresa municipal Emasa se han comprometido a retomar el trasvase en marzo. «Tendremos que seguir sacando agua de La Viñuela, aunque cada vez nos cuesta más hacerlo y potabilizarla en la planta de El Trapiche, debido a las mínimas reservas del embalse», apuntó.

El otro recurso que se incorporará en breve para garantizar el abastecimiento a la población, de unos 208.000 habitantes, son dos de los tres pozos del río Chíllar en Nerja. Se espera que estén en funcionamiento antes de que finalice este mes, tras años de retrasos e incumplimientos de plazos. Se estima que podrían aportar al sistema de abastecimiento 2,9 hectómetros cúbicos anuales.

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No obstante para este recurso, hasta ahora no utilizado, el director de explotación del sistema de La Viñuela, Francisco López, sostiene en un informe técnico al que ha tenido acceso SUR, que «ha de advertirse de la falta de consolidación de los datos sobre su capacidad efectiva, de manera que tras su entrada en servicio inminente habrán de irse ajustando sus aportaciones a fin de que que no se produzca una extracción total ni por encima del límite establecido en la Autorización Ambiental Unificada de las obras ni que pueda producirse deterioro adicional por esta nueva extracción respecto del buen estado cuantitativo de la MASbt (masa de agua subterránea) Sierra Alberquilla».

Por su parte, desde la Junta de Andalucía han insistido en que el abastecimiento de agua en la Axarquía «está garantizado para un año aunque no llueva». La Administración regional ya sostuvo el mes pasado que con los trasvases de hasta 320 litros por segundo desde la capital y unos 150 desde Nerja se cubre la demanda. En los informes aportados por López al comité de sequía se recoge que el embalse viñolero se podría seguir usando para el abastecimiento hasta que le queden 8,96 hectómetros, lo que supone que aún se podrían extraer, a día de hoy, unos 6,2 hectómetros.

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Manantial salino de Meliones

Por tanto, el alivio que están suponiendo los aportes que la comarca oriental viene recibiendo desde Málaga capital se verán interrumpidos previsiblemente hasta marzo de 2023, cuando se espera que esté operativa la ampliación de la desalinizadora de El Atabal para incrementar la capacidad de esta planta de filtrar la salmuera que acumulan las aguas de los embalses del Guadalhorce por culpa del manantial salino de Meliones. Hasta ahora, los 3,2 hectómetros que en lo que va de año han sido transferidos a la Axarquía procedían del embalse de Conde del Guadalhorce, por ser el único que no está afectado por la salinidad en exceso de sus recursos.

Sin embargo, las reservas siguen bajando y esta presa se encuentran ya al 26% de su capacidad (17,5 hectómetros cúbicos), por lo que desde el Sistema Limonero-Guadalhorce ya plantean la posibilidad de cortar el grifo a la Axarquía hasta que la planta de El Atabal tenga el potencial suficiente para generar agua desalada no sólo para abastecer a la capital malagueña, sino también para retomar estos aportes.

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Precisamente la obra en la desaladora de la capital es una de las actuaciones de emergencia impulsadas por la Junta de Andalucía para transferir más agua al litoral oriental de la provincia. Con una inversión de 3,15 millones y un plazo de ejecución de diez meses (la previsión es que esté lista a finales de marzo o comienzos de abril de 2023), la actuación permitirá incrementar en un 10% la capacidad de tratamiento, que actualmente es de 2.400 litros por segundo (75,6 hectómetros cúbicos anuales) de aguas de hasta 6,5 gramos de sal por litro.

La actuación, adjudicada a Dinotec, consiste en ampliar los 24 bastidores de osmosis, además de reformar las bombas de alimentación de segunda etapa, y las tuberías y conexiones de las nuevas cajas de presión a los colectores de alimentación, rechazo y salida. Para no frenar el funcionamiento de la infraestructura, la sustitución de equipos está prevista de manera secuencial, permitiendo siempre que la planta esté en marcha al menos a un 90% de sus posibilidades, el suficiente para mantener el abastecimiento a Málaga, pero no para enviar a la Axarquía.

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